El ministro de Defensa Luis Petri definió la integración de la Armada a una fuerza directamente dirigida por el imperialismo norteamericano, de la mano del Comandante de la Quinta Flota de los Estados Unidos, Vicealmirante George M. Wikoff. El Segundo Comandante de esta fuerza es un oficial inglés, Comodoro Mark Anderdon. Se trata de las Fuerzas Marítimas Combinadas, que tienen como misión patrullar las aguas comerciales de Medio Oriente y responden directamente a la mencionada Quinta Flota norteamericana. La Argentina se integró el mes pasado, pero enviará efectivos desde el año próximo.
Se trata de un nuevo paso en la política abiertamente pronorteamericana del gobierno de Javier Milei, quien desde el comienzo de su presidencia viene realizando gestos en este sentido. En su discurso en la ONU hace pocas semanas respaldó directamente la política genocida del Estado de Israel y planteó el “abandono de la neutralidad histórica” ante conflictos militares donde intervengan países con los cuales Javier Milei expresa afinidad, como el mismo Israel o Estados Unidos.
Es en este contexto que, si bien las Fuerzas Marítimas Combinadas (FMC) no tienen participación directa en ningún conflicto, este gesto de integración a esta fuerza proimperialista busca profundizar una cercanía político-militar con el imperialismo en plena avanzada sionista del Estado de Israel sobre Gaza, Cisjordania, y Líbano (entre otros) y las amenazas de una escalada en el enfrentamiento con Irán. A su vez, existe la posibilidad, por la función y el punto geográfico donde se encuentra esta fuerza, de que pueda darse la eventualidad de entrar en combate con las fuerzas hutíes de Yemen, aunque en ese caso, para poder darse la participación de tropas argentinas debería pasar primero por la aprobación del Congreso Nacional.
Las FMC están dirigidas fundamentalmente por Estados Unidos y Reino Unido y cuentan con la participación de varios otros países como Albania, Australia, Bahrein, Bélgica, Brasil, Canadá, Colombia, Dinamarca, Djibouti, Ecuador, Egipto, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, India, Irak, Italia, Japón, Jordania, Kenia, República de Corea, Kuwait, Malasia, Países Bajos, Nueva Zelandia, Noruega, Omán, Pakistán, Filipinas, Polonia, Portugal, Qatar, Arabia Saudita, Islas Seychelles, Singapur, España, Sri Lanka, Suecia, Tailandia, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, y Yemen.
Si bien la participación concreta con efectivos militares argentinos se haría a partir de 2025, con esta medida Milei y su gabinete arrastran a la Argentina a situarse como furgón de cola de los intereses de Washington en un momento de crecientes disputas geopolíticas. Intereses que al día de hoy vienen alimentando la maquinaria de guerra israelí que ya masacró a al menos 42.000 personas y ahora bombardea e invade por tierra el Líbano donde ya se acumulan al menos otros 1.400 muertos. Una masacre que es necesario repudiar desde Argentina y en todo el mundo.
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