Radicales y una concejala peronista votaron el aumento del boleto a $950. El PTS-FITU fundamentó su rechazo e insiste: hay alternativa para la crisis del transporte.
Finalmente se votó el aumento del boleto de colectivo a $950,98, una suba del 15%, en el Concejo Deliberante de San Salvador de Jujuy.
El tarifazo fue sostenido por la totalidad de los concejales del bloque Cambia Jujuy (UCR) y de Carrasco de Primero Jujuy (Peronista-Ex Cambia Jujuy).
Desde el bloque del PTS en el Frente de Izquierda Unidad, como ya lo venían denunciando, rechazaron el aumento y fundamentaron su posición, al tiempo que plantearon una serie de medidas para superar la crisis del transporte.
Acá la intervención completa del concejal Guillermo Alemán que intervino en la sesión planteando la postura de la izquierda:
Aquí transcribimos la intervención:
Señor presidente:
En primer lugar, como ya planteamos en otras oportunidades, este aumento se fundamenta en un estudio de costos con importantes inconsistencias. La información con la que se realizó el estudio se trata de información suministrada por las empresas a libro cerrado, lo que la hace partir de un manto obscuro ya que se tiene que confiar en una información brindada por empresas fuertemente cuestionadas. Si no fuera suficiente, el contador en el texto, reconoce que muchos de los datos solicitados no fueron informados de manera completa.
De todas maneras, el modelo ideal presentado por el estudio, nos permite inferir como a través de diferentes ítems, las empresas amplían su margen de ganancias, cuando la contraponemos a las denuncias realizadas por los trabajadores.
Si la unidad sufre algún daño, aunque las mismas supuestamente deberían estar aseguradas, se le hace pagar al trabajador la reparación, está el ítem de uniformes, algunos trabajadores dicen que hace años que no le dan nuevos uniformes, ni hablar de los aportes patronales, no se paga las obras sociales, entre otros aportes, ni la escala salarial vigente.
Encima cuando hacen paro los choferes, les declaran ilegal el paro, y buscan quebrarlos, con el descuento de los días parados. Así atacan y buscan desmoralizar a los que sostienen y defienden el servicio, pero sépanlo, no lo lograrán, porque por más duro que sea el golpe, ¡los trabajadores siempre nos volvemos a levantar!
En el estudio de costos se habla de un beneficio empresarial del 10%, que representa $182,28 dentro de la estructura de la tarifa plana. Este margen es aumentado de manera vil a costa de los trabajadores y la prestación del propio servicio, “bajo las narices” del gobierno municipal radical que hace la vista gorda y en vez de cumplir el rol, con el que se golpean el pecho de representar a las mayorías aquí, terminan representando a los intereses de las empresas por encima de todas las cosas.
En el estudio no se tiene en cuenta el impacto de los subsidios del estado provincial, los municipales por el BEGU, el ATS, etc. Y no puedo dejar de tomar algunas de las observaciones del Defensor del Pueblo, que en su ponencia menciona que para la realización del estudio no se considera el contexto social y económico, las paritarias, el estancamiento de salarios o los continuos incrementos en los servicios públicos.
(…)
Y sobre el proceso de participación ciudadana: ante el parazo de los trabajadores del transporte urbano que mencionamos, y el apoyo popular que supieron conseguir, parece que el gobierno municipal debió tomar nota, se vio obligado a llamar algún proceso de participación democrática, luego de años de aplicar tarifazos vía decreto, sin ninguna consulta popular… y luego se admiran de Milei.
No podemos dejar de destacar algo que nos llamó bastante la atención, al analizar las ponencias presentadas. La repetición literal de ciertas frases, como por ejemplo “No es nada grato para los vecinos y vecinas” que se repite tres veces, o “los usuarios tenemos un conocimiento técnico especifico como el estudio de costo”, que se repite un par de veces. Parece como si alguien les hubiera dado a los centros vecinales un guion a copiar, y al parecer algunos no guardaron mucho las formas.
Pero esto no es más que una nota de color, no puedo dejar de resaltar, reclamos que se repiten constantemente en cada una de las ponencias, sobre las frecuencias y las cantidades de líneas, las condiciones de las unidades, la situación de las garitas y las paradas de colectivos, como los vecinos se quedan sin transporte a las 22 o a las 23hs o la falta de accesibilidad para las personas discapacitadas.
La mayor parte de las ponencias de los centros vecinales, están dispuestos a aceptar el aumento del boleto, pero a condición que se mejore todas estas situaciones que se denuncian, el mismo planteamiento en el ultimo proceso de participación ciudadana que se realizó, y aquí esta el engaño, siempre se aumenta el boleto, pero nunca se mejora el servicio, esto no va más.
Según el defensor del pueblo el aumento del boleto que se propone, no responde al criterio de gradualidad y proporcionalidad, resultando exorbitante, excesivamente onerosos, desproporcionado e irrazonable. Yo agregaría que además es un factor que no hará más que profundizar la crisis del transporte.
Ante cada nuevo aumento, le sigue una importante caída de venta de boletos, cuanta caída representará un aumento del 15% esta vez? Luego se busca chivos expiatorios, que los discapacitados, que los choferes, que los estudiantes.
Si fuera poco cuando leemos la ponencia de la empresa Xibi Xibi, tienen el descaro de quejarse por los pasajes “sociales”, olvidando mencionar los ATS, el subsidio provincial y la recomposición por el BEGU que reciben, unos verdaderos descarados, descarados bancados por este gobierno municipal radical y sus aliados del peronismo.
(…)
Frente a este estado de situación, sr presidente, hay otra salida:
Se podría plantear mecanismos de transparencia y control de trabajadores y usuarios para el sistema de transporte:
1) Creando una comisión de auditoría y control integrada por trabajadores del sector, representantes de centros vecinales y centros de estudiantes para llevar adelante una auditoría integral sobre el sistema del transporte: que se proponga la apertura de la contabilidad de las empresas, la revisión de la situación del parque automotor, seguro de los mismos, estado de las unidades, situación de las condiciones laborales de los trabajadores, situación de la provisión de elementos de trabajo. Asimismo, control sobre la situación de aportes patronales y situación de obra social de los trabajadores.
2) Establecer una cuenta única en el Banco Nación que reciba los fondos de los pasajes y abonos pagados. El saldo de la misma debe ser informado a diario y ser de acceso público a través de un sitio web destinado al caso. Para las localidades adheridas al sistema Sube esto ya existe.
3) Respecto a los subsidios (nacionales, provinciales y municipales) que estos ingresen a la cuenta única establecida en el Banco Nación y que sea auditada por la comisión mencionada y los fondos se aplicarán, junto al dinero de los pasajes, según los siguientes criterios de prioridad entre el 1 al 10 de cada mes:
a) Pago de salarios de trabajadores del sector.
b) Compra de combustibles y demás insumos.
c) Reinversión en mantenimiento y compra de nuevas unidades.
Medidas de alivio para usuarios:
4) Establecer el transbordo gratuito durante una hora posterior al inicio de un viaje, como se aplica en Salta.
5) Crear un sistema de abono mensual para todos los pasajeros que lo necesiten. Esto permitiría abaratar el costo individual de cada pasaje. A principio de mes, garantizaría una caudal de plata para sostener el servicio, y atraería mas usuarios, fortaleciendo el mismo.
Por último, los subsidios anuales recibidos por las empresas equivalen al 89% del valor de los rodados según la información disponible al año 2019, son fondos públicos, que por su magnitud respecto al capital fijo de las empresas expresan en forma elocuente la irracionalidad del fin de lucro aplicado a un servicio público de pasajeros urbanos.
Un sistema colectivizado y centralizado que una todo el Gran Jujuy permitiría la planificación de las líneas, mejoras y ampliación de recorridos, renovación de unidades, y un control permanente de trabajadores y pasajeros para evitar que el excedente del sistema se vaya a otras actividades como sucede hoy día.
Quitando la ganancia de por medio, se reduciría el costo de funcionamiento y abarataría el precio del boleto, ya que conduciría los subsidios de vuelta a cada pasajero.
Estas son medidas que pueden evitar el colapso del sistema público de transporte de continuar en manos privadas, ayudado por los gobiernos, y ser parte de una reorganización del servicio de transporte a favor de las mayorías para ganar en calidad, frecuencia y ampliación del servicio y un boleto accesible. Esto solo se podrá lograr con la movilización de trabajadores y los usuarios en unidad, los únicos interesados en conquistar un sistema de transporte de pasajeros de calidad, tal como lo necesitan.