El veto de Milei al aumento presupuestario que había votado el congreso para las universidades levantó al movimiento estudiantil, como hacía muchos años que no se veía. La sede Trelew de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco es parte de las 100 universidades que en todo el país están en estado de asamblea y movilización, realizando diferentes actividades como clases públicas, marchas y festivales.
Como señala Fernando Rosso en la editorial del Círculo Rojo “Javier Milei alcanzó —por muy poco— a formar la minoría de legisladores que le permitió sostener el veto a la ley de presupuesto universitario votada por el Congreso, pero inmediatamente comenzó a pagar un alto costo político por el extendido movimiento que desató en todas las universidades del país”. “El movimiento estudiantil es un factor actuante en la relación de fuerzas más histórica de la Argentina que le está poniendo un primer límite serio al desangelado proyecto libertariano. Digo “desangelado” porque el movimiento irrumpe en un momento de retroceso político del Gobierno que vienen verificando todos los estudios de opinión. Es causa y consecuencia de este retroceso; aparece en el momento en que se está produciendo y lo acelera”, agrega.
El miércoles 16 se realizó una nueva asamblea en las escaleras de la sede que votó marchar el jueves 17 de octubre en el marco del paro nacional docente y no docente universitario y al finalizar realizar un corte de calle frente a la sede de la universidad; exigir a los centros de estudiantes que pidan reprogramar las cursadas los días que haya asambleas; a partir de la próxima asamblea, rotando los días y el horario; conformar dos nuevas comisiones la de “agite y propaganda” y “logística”, que se suman a la “comisión de prensa”, entre otras medidas, como ratificar el festival que se realizó el viernes 18 de octubre.
Lectura del documento de la Asamblea Permanente de la UNPSJB Trelew en el festival
Cabe destacar que la asamblea de estudiantes autoconvocados, que surgió el jueves 10 de octubre después del veto de Milei a la ley de financiamiento, es la que organiza y vota las actividades del plan de lucha, ya que la mayoría de los centros de estudiantes no han convocado a asambleas para definir democráticamente medidas de lucha para enfrentar los ataques de Milei.
Por salario y presupuesto: cómo seguirá después de hoy la lucha universitaria nacional
Tras el paro de docentes y no docentes del jueves, la gran movilización del miércoles en La Plata y la continuidad de tomas y asambleas estudiantiles en 100 sedes universitarias por salarios y presupuesto, y los festivales en las sedes de Comodoro Rivadavia y Trelew de la UNPSJB, la semana que viene habrá paros, clases públicas y movilizaciones.
El desafío de estudiantes, de la docencia universitaria y de los no docentes es seguir instalando la demanda y fortalecer la organización y la movilización, batallando en muchos casos con las distintas divisiones que intentan imponer por arriba las gestiones y las burocracias, que presionan para que los docentes no den clases públicas, y no apoyen las tomas ni la organización de los estudiantes.
Estos intentos de fraccionar y debilitar la lucha estudiantil son funcionales al gobierno de Javier Milei, que continúa con el ataque a la educación con campañas de difamación, estigmatización y mentiras dirigidas contra la universidad pública.
Los gremios docentes y no docentes ya han anunciado nuevas medidas. Desde el 21 al 26 de octubre habrá una semana de paro, acompañada por distintas medidas y acciones de visibilización y protesta.
Las distintas medidas deben estar encaradas en la necesidad de extender y fortalecer la lucha, con las facultades abiertas, clases públicas, deliberación y organización. Algunos sectores buscan encausar la pelea hacia el parlamento y sacarla de las calles, intentando deslegitimar los procesos democráticos de lucha y el método asambleario. Pero no se puede tener ninguna confianza en los legisladores que negociaron la ley bases, el veto a los jubilados y el veto al propio financiamiento universitario.
La pelea por la universidad pública no puede esperar a que se discuta el Presupuesto 2025, que se votaría recién a fin de año (ya con el cuatrimestre cerrado) y donde Milei tiene el poder de vetar los artículos que no le gusten. La fuerza está en las calles y en la unidad y la coordinación de las distintas luchas contra el plan de Milei.
Como se mostró en el potencial de las movilizaciones multitudinarias e históricas del 23 de abril y del 2 de octubre, la defensa de la universidad pública es una demanda que atraviesa no sólo a la clase media, sino a la clase trabajadora y por eso mismo también puede mostrar el camino de cómo enfrentar a este gobierno. Por eso esta lucha tiene un amplísimo y masivo apoyo popular.
Es necesario preparar una tercera marcha federal por la universidad pública, por recomposición salarial urgente, por la triplicación del presupuesto, por becas estudiantiles, y por derrotar de conjunto el plan de ajuste de Milei que golpea a la educación, la salud, a los jubilados y a toda la clase trabajadora. Pero esta vez, las centrales sindicales de la CGT y la CTA deben estar a la altura y convocar a movilizar con un paro nacional. |