“Su asesinato refleja el clima de violencia en Chiapas”, argumentan organizaciones sociales, repudiando el asesinato de Marcelo Pérez, sacerdote tzotzil y defensor de los Derechos Humanos y del territorio, mismo que ya había recibido amenazas de muerte por grupos del narcotráfico, desde el 2014. |
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, la Conferencia del Episcopado Mexicano, el El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, así como decenas de organizaciones de Derechos Humanos y ambientalistas exigieron el esclarecimiento del asesinato del sacerdote y defensor Marcelo Pérez, ocurrido el domingo 20 de octubre en el municipio de San Cristóbal de las Casas en Chiapas.
Marcelo Pérez, fue parte del movimiento por la paz en Chiapas, participando en marchas desde el 2021, además de ser defensor de los pueblos indígenas y migrantes, además de continuamente denunciar el despojo del territorio de las comunidades originarias en el estado, a manos del crimen organizado y de grupos paramilitares.
Desde hace diez años, el sacerdote había recibido amenazas de secuestro y de muerte, sin embargo a pesar de haber presentado denuncias y requerimientos de protección, las autoridades no habían dado seguimiento a su caso, pese a esto, continuó denunciando el desplazamiento de miles de personas indígenas en el estado por la violencia que sigue incrementado a causa de la entrada de grupos del crimen organizado, y que, de acuerdo al Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas desde el año 2010 al 2021, se han registrado aproximadamente 14,476 mil personas desplazadas en el estado de Chiapas.
“Por las características que actualmente se están dando los desplazamientos, lo consideramos una forma de tortura ya que la población está en constante asedio, les infunden miedo, terror, sufrimiento físico y mental, con el objeto de controlar el territorio y apropiarse de él. La población en su conjunto vive una violencia cotidiana”, aseguró un portavoz de la organización.
El asesinato de Marcelo Pérez refleja el clima de violencia en Chiapas, donde sectores eclesiásticos hablan de que al menos 250 mil habitantes desplazados al menos en 2023 en la frontera sur del estado, a su vez, su asesinato se da a la par de que elEjército Zapatista de Liberación Nacional denunciara amenazas y agresiones por parte de grupos paramilitares en sus territorios.
El recrudecimiento de la violencia en el estado de Chiapas, viene acompañado de un incremento de la presencia militar, que históricamente ha sido cómplice del crimen organizado, y que se vincula con redes de trata de migrantes y de mujeres, movimiento de mercancías y tráfico de especies, y que, con el clima de violencia aumentando deja el camino libre para la imposición de megaproyectos e industrias extractivas.
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