A los recortes que el gobierno proyecta para el año que viene, se le suma que muchas partidas están siendo subejecutadas en 2024 a poco de terminar el año como en Educación Sexual o la prevención del embarazo adolescente. Análisis de Izquierda Diario.
En un reciente comunicado el Frente Nacional por la Salud de las Personas con VIH, Hepatitis y Tuberculosis alertó durante este año la parálisis en las compras públicas origina faltantes de algunos medicamentos, con cambios forzados de tratamientos, faltantes de preservativos y de reactivos para realizar testeos. Una foto de hoy que el gobierno pretende profundizar con el presupuesto para el año que viene que se está tratando en el Congreso.
“El presupuesto propuesto para 2025 es de apenas $23.052.000.000, un recorte de 75,72% en términos de dólares estadounidenses” sentencia el comunicado. El ajuste a la salud no deja libre ningún hospital o programa bajo la órbita del ministerio de salud alguno. Lo mismo sucede con políticas públicas destinadas a dar respuestas a problemáticas de mujeres y personas LGBTIQ+.
Recortes drásticos
Entre los recortes importantes se encuentran el programa de Prevención del Embarazo Adolescente (ENIA), que ayudó a disminuir la tasa de fecundidad de niñas y adolescentes entre 10 y 19 años de un 49% a 27% (de 2018 a 2021). En tan solo dos años, el gobierno promete una caída real drástica del 80% del presupuesto real del plan. El curso de este programa durante 2024 habla por sí mismo, a casi dos meses de terminar el año solo fue ejecutado el 14% de los fondos que tenía reservados para este año.
Una situación similar atraviesa el programa de Desarrollo de la Salud Sexual y la Procreación Responsable y Asistencia, que se encarga entre otras cosas de las compras de preservativos. Este año cuenta solo con un presupuesto ejecutado equivalente a 40,8%. Entre 2023 y 2025 el gobierno promete una caída real de esta partida del 65,8%. Según un informe publicado en el programa de Alejandro Bercovich, La ley de la selva, el gobierno lleva este año distribuidos tan sólo 2 millones de preservativos, mientras promete para el año que viene distribuir 21 millones. Todo esto sucede mientras en los propios boletines epidemiológicos el Ministerio de Salud plantea que en 3 años casi se triplicaron los casos de sífilis en el país.
Los discursos de odio que provienen desde el propio Estado contra el feminismo y la diversidad sexual, tienen un correlato con ataques a las políticas públicas que establecen leyes como la de Educación Sexual Integral (ESI) o la de identidad de género. Partidas específicas destinadas al programa de fortalecimiento de la ESI, a brindar una ayuda urgente a personas trans o a los tratamientos de hormonización y capacitaciones para esa población directamente ni aparecen en los anexos del proyecto del Presupuesto 2025 impulsado por Milei y Caputo.
Durante el debate en comisiones el diputado del PTS/Frente de Izquierda Unidad, Nicolás del Caño, denunció los recortes del Plan ENIA y por la ESI sobre la que destacó “ha permitido identificar a muchos niños, niñas y adolescentes situaciones de abuso”. A su vez, sostuvo que se tratan de políticas “acotadas en relación al reclamo del movimiento de lucha de las mujeres, pero nos parece importante que nos den una explicación de por qué ahora directamente se plantea un recorte aún mayor”.
Como se puede ver en el siguiente cuadro son partidas que ya sufrieron una fuerte caída real durante 2024:
Mención aparte merecen programas como el Acompañar y la línea 144, destinada a la atención para casos de violencia de género. Tampoco forman parte de una manera distinguida y clara en los ítems del presupuesto 2025. El Programa Acompañar solo este año sufrió una caída real del 90%, por estar atado al salario mínimo vital y móvil ($271.571,22), tras su reducción de 6 a 3 meses y también por las trabas burocráticas para poder acceder. Mientras el gobierno predice que tendrá 1,3 millones de monitoreos por casos de violencia de género, sólo establece un presupuesto para 12.100 personas asistidas, sin especificar qué tipo de asistencia. Cabe recordar que todos estos programas hoy están englobados en la cartera del Ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, que rechazó la “diversidad de identidades sexuales” en una audiencia en el Congreso.
¿No hay plata?
El método de licuar partidas presupuestarias al no actualizarlas por inflación fue permanente en el gobierno, como se vio con el veto a los jubilados y a los fondos para las universidades públicas. Un plan de ajuste armado a la medida del FMI y los pagos de la deuda, tal como promete Milei para el año que viene. No contento con la caída real de esas partidas, el gobierno está ejecutando un nivel bajísimo del presupuesto de Ministerios enteros: Justicia 34%, Salud 65% y Capital Humano 67%. Es decir, están gastando mucho menos de lo que asignaron para cada actividad para estar a casi dos meses de finalizar el año:
Las Acciones de Ayuda Urgente para Travestis, Transexuales y Transgenero tienen un 0% ejecutado, la Prevención y Control de Enfermedades de Transmisión Sexual lleva 1,06% de ejecución, el Programa mil días 1,51% y el de Fortalecimiento de ESI 2,05%.
Esos son los números que tienen correlato en los faltantes de hormonas y preservativos, cambios forzados en tratamientos para personas que viven con VIH e impedir acceso a una ayuda económica mínima para víctimas de violencia de género. Una realidad que se complementa con despidos a estatales incluyendo a personas trans que entraron por cupo, despidos en el Posadas, haber pisado las jubilaciones, el intento de cierres del Hospital Bonaparte, o el ataque a los salarios de trabajadores universitarios y del Garrahan.
La emergencia del movimiento estudiantil en todo el país con decenas de miles participando en tomas y asambleas, y las luchas de trabajadores de la salud muestran que hay voluntad para enfrentar este plan de Milei que ataca a las grandes mayorías, muy a pesar del rol de las direcciones sindicales y de centros de estudiantes. Con el debate del Presupuesto 2025 esos mismos cómplices de Milei, como el radicalismo o sectores del peronismo, buscan apaciguar ese ánimo de lucha y que se canalice en la rosca parlamentaria, haciendo promesas para dentro de unos meses. Pero la situación crítica es hoy, no llegar a fin de mes se vive hoy. Por eso mientras cae la imagen del gobierno, al contrario de esperar se vuelve más necesario unir todas esas luchas desde abajo, en los debates en cada asamblea, en cada lugar de trabajo, escuelas y universidades, para coordinar y golpear de conjunto.