Hace tiempo vienen en discusión los resultados que tiene el sistema educativo público. Todos las fuerzas políticas de gobierno salen a opinar, pero en general llegan a la misma conclusión: el problema no es la pobreza, la crisis social que vivimos hace años o la baja inversión educativa, sino que la responsabilidad es de lxs docentes. En algunos casos nos igualan a las conducciones sindicales de CTERA (UTE o SUTEBA en el AMBA), dicen que hacemos una defensa “corporativa” y que el problema es que no estamos suficientemente bien formados. Además de intentar declarar la educación como “servicio esencial”, el gobierno nacional logró que se vote por unanimidad en el Consejo Federal de Educación una resolución para la reforma de los terciarios, algo que ya se discutía durante el gobierno de Alberto vía su ministro Nicolás Trotta (¿será por eso que los actuales ministros peronistas lo votaron?). Jorge Macri se agarra de esto para hacer de las suyas. Esto va de la mano con el plan “BA Aprende”, con “los pilares de Aprendizajes Fundacionales, Innovación en la Enseñanza y el Aprendizaje, y Transformación Digital para el aprendizaje”. ¿De qué se trata?
¿Qué tiene que ver con los terciarios?
Debido a la modificación del Diseño Curricular, quieren avanzar en cambios en los planes de estudio de los profesorado de Educación Primaria y de Nivel Inicial, que se dictan en los profesorados de la Ciudad. Esos cambios no fueron consultados con los estudiantes, docentes, directivos y profesionales que día a día construyen la formación docente, no hubo ningún “proceso de autoevaluación”, mucho menos un congreso pedagógico, ninguna discusión seria en la comisión de educación de la legislatura, ni audiencias públicas. NADA. De más está decir que solo fue enviado el perfil del egresado (con un enfoque de RRHH empresarial más que como profesional de la educación), junto a un cuadro comparativo con el cambio de materias, y algunos que otros ejes esbozados de manera general. Este cambio de planes se justificó diciendo que las carreras terciarias eran muy largas, que generaban demasiada presión sobre los docentes en formación, y por la necesidad de resolver la emergencia docente. ¿Pero esto es tan así? Veamos.
1- Alargan la carrera
En un comienzo, uno de los argumentos para la reforma era que las carreras eran muy largas, y que se necesitaba acortarlas para poder cubrir los cargos que hoy están vacantes.
Pero si miramos con atención los planes presentados, las carreras se extienden. Quienes cursamos formación docente (inicial o primaria) tenemos 6 espacios de observación, prácticas y formación situada llamados Talleres, que van del 1 al 6. Esto se hace desde el principio de la carrera. El nuevo plan desdobla el Taller 2 en dos tramos. Para completar el campo de las prácticas tendríamos que transitar 7 talleres, sin ninguna razón seria y de peso.
2- “Ayudantias” y… ¿créditos?
Como parte del nuevo diseño se habla de “créditos”. ¿Y eso? Lo poco que se sabe es que están destinados a la formación o participación en el área cultural. En cada participación se entregan “créditos” acumulables. No podríamos prescindir de estas “participaciones”, sino que serían espacios obligatorios dentro de nuestra formación. El ministerio no explica en qué momento se realizan estas actividades o a qué espacios estaría atada nuestra participación. En la actualidad nuestra formación cultural (en muchos profesorados) está dictada a través de los Espacios de Definición Institucional, salidas didácticas, propuestas de docentes y estudiantes, flexibles y ligadas a los contenidos vistos en las cursadas. Es sumamente preocupante que el gobierno quiera instaurar la categoría de “créditos”en las carreras, algo que durante el ejercicio de la docencia ha hecho con el puntaje docente, que lejos de incentivar la formación académica y profesional por decisión propia, se vuelve un mecanismo de control y sanción sobre nuestras trayectorias docentes. Además, quieren sumar la idea de “ayudantía” a los talleres, que atentaría contra el rol pedagógico que desempeñamos en los talleres. Nosotres no somos ayudantes, somos docentes en formación.
3- ESI vs Socioemocional ¿Couching en la escuela?
Este enfoque aparece en nuestra formación con la idea de “gestionar” las aulas y los espacios de convivencia. Viene ligado a la idea de habilidades identificadas como “competencias emocionales” o “competencias blandas” (un concepto muy extendido en sectores educativos). Esto consiste en el manejo de las emociones propias (y las de los demás), nos dicen que favorece las relaciones sociales e interpersonales, además de lograr automáticamente la colaboración con otros. A primera vista puede parecer algo bueno, pero este concepto (que se dice integral) se contrapone con el desarrollo integral que propone la ESI, ya que lo único que se busca con el desarrollo de las “capacidades blandas” es la supresión de la tristeza, el malestar y el enojo, toda emoción que lleve a un conflicto dentro del aula. Es preocupante porque en el nuevo Diseño Curricular lo manifiesta como uno de los pilares. Todo muy mindfullness.
La ESI ayuda, permite y garantiza una intervención pedagógica adecuada e integral de las problemáticas que se dan en los vínculos que atraviesan el aula, favoreciendo el diálogo constante y la mirada crítica en la construcción de una convivencia que fortalezca y renueve los lazos entre la escuela y las familias. Ya nos queda claro porque la ESI es algo que viene incomodando. El enfoque integral de la Esi es ampliamente superador a la educación emocional que plantea un enfoque instrumental, reduccionista y simplificador, evidenciando sus profundos límites.
4- ¿Tecnologías si o no ?
El nuevo Diseño Curricular plantea la transformación de una materia curricular, Tecnología, en troncal (o por lo menos en uno de los ejes de la transformación no para). Sin embargo, en nuestros actuales planes de estudio, las TICs tienen un aporte significativo, tanto en Primaria como en Inicial. Con el nuevo plan estas materias desaparecen, y aparece otra con un nombre híbrido (“Cultura digital y tecnología educativa”) que no permite reconocer contenidos ni didáctica.
Además el nuevo plan habilita una modalidad “híbrida”/virtual hasta en un 50% de la cursada donde no se especifica cómo se haría, que va a pasar con los puestos de trabajo de lxs docentes, y no tiene en cuenta que la mayoría de los estudiantes terciarios no cuentan con buenos dispositivos ni conectividad para sostener las cursadas. Tampoco contemplan el pago de viáticos para lxs docentes. Parece que de la pandemia no sacaron ninguna conclusión.
El famoso slogan de “adquisición de saberes digitales “ queda en una hermosa frase para justificar, pero ignora lo que hace años venimos exigiendo: Becas integrales para estudiar, conectividad y dispositivos educativos tanto para docentes como alumnos.
5- ¿Inclusión o integración encubierta?
El nuevo diseño incorpora como espacio “Educación Inclusiva", algo muy exigido en los últimos años por parte de estudiantes y docentes, que en las aulas se encuentran sin herramientas para garantizar una enseñanza diversa. Sin embargo, no se tiene en cuenta la falta de recursos en las escuelas para poder llevar adelante una verdadera inclusión. Para esto se debe garantizar que las figuras de apoyo (que acompañan desde la modalidad de especial) puedan hacerlo en condiciones favorables. Hay una confluencia de figuras como MAI, Macte y APNDs, pero todavía se necesitan más, junto a un fuerte trabajo interdisciplinario.No podemos hablar de inclusión con aulas superpobladas. Muchos de nuestros alumnos necesitan entornos más amigables, y que sean sus tiempos los que prevalezcan.
Este tipo de medidas se encuentran en una amplia discusión por varios expertos, ya que todo apunta al vaciamiento de la modalidad de Educación Especial. Lo que busca el GCBA es el paso de alumnos de Escuelas de “Educación Especial” a las “Comunes” sin recursos o con escasos o nulos cambios que garanticen su inclusión efectiva, como si fuera solamente moverlos de un lugar a otro. Y por si fuera poco, agregan materias relacionadas a la psicomotricidad con un enfoque de salud o de psicología con enfoques que atrasan 50 años como “psicología del aprendizaje”. Nuestra formación es pedagógica, y utilizan el término “inclusión”, pero lo que esconden detrás es la perspectiva de integración y la posibilidad de seguir desmantelando nuestra formación y la educación. Evidentemente a la Ministra le falta mucho que aprender del modelo social de la discapacidad.
6- ¿Qué tipo de docentes?
El perfil que está buscando el gobierno de la Ciudad es el de un aplicador de métodos/recetas, con una formación generalista. Buscan que nuestro rol, y sobre todo nuestra formación, sea plenamente desideologizada, para limitar la formación crítica y reflexiva. Por eso quitan materias tan importantes como Políticas para las Infancias, Nuevos escenarios, Trabajo de campo, Instituciones educativas (se vuelve optativa) y Lenguajes Artísticos y Expresivos (Laes). Todas aquellas que nos permiten comprender la complejidad del sistema educativo argentino y porteño, tener una mirada crítica sobre nuestra práctica, pero también de las instituciones donde vamos a trabajar. No es casualidad que en Inicial avancen con un enfoque más asistencialista. El gobierno de los CPI’s no construyó jardines a la par del pedido de las familias, y permitió que la educación privada avance de la mano de las iglesias y los empresarios de la educación. Tampoco es casualidad que materias de investigación y de producción de conocimiento sean borradas de los planes.
En el caso de Primaria, en consonancia con el nuevo Diseño Curricular, se vuelve a la aplicación de enfoque de los 90’ con el método fonológico o “conciencia fonológica”, una metodología más bien conductista donde se eliminan los quehaceres del lector, donde escribir y leer partía del acercamiento a la literatura. Además de la vuelta a la letra cursiva en primer grado, algo que postulaba la escuela tradicional allá en sus comienzos. Esta vuelta al pasado para que hagamos que los niños “se alfabetizen rápido” viene sostenida y apoyada económicamente por las empresas ligadas a los manuales (como Santillana), pero también Google.
Podemos seguir nombrando distintas cosas que nos hacen ruido de esta reforma en los planes de estudios, que se armó a espaldas de la comunidad educativa y de manera inconsulta, que desconoce y niega las problemáticas por las cuales históricamente los estudiantes de diferentes niveles nos hemos organizado. Desde becas, boleto estudiantil, espacios de cuidado para los hijos de las alumnas madres, docentes y no docentes, residencias pagas, además de que se puedan hacer las prácticas en los lugares de trabajo, para que no sea una sobrecarga para los docentes, y la mas trascendente de estas semanas: mayor presupuesto educativo.
Por eso, si el ataque es de conjunto a la educación pública, tenemos que salir en unidad a pelear por nuestros derechos, unidos a los sectores que vienen copando las calles, como los universitarios (que tomaron más de 100 facultades nacionales), los trabajadores de la salud y los jubilados, para vencer el plan de motosierra que viene por nuestras condiciones de vida. Las fuerzas y la bronca están para derribar el plan de ajuste de Milei y Macri.Necesitamos jornadas en todos los profesorados donde el conjunto de la comunidad educativa debata todo esto, asambleas para votar planes de lucha y exigirle a nuestras organizaciones (centros de estudiantes y sindicatos, especialmente UTE), que hoy por hoy están dejando pasar estos ataques, que se pongan al frente de este reclamo para pelear una salida propia de docentes y estudiantes. |