El salario promedio de un maestro de la SEP de nivel básico en la CDMX es de $10,109, su equivalente en el sector privado es de $7,600. Consideremos además que en el sector privado no existen, en la mayoría de los casos, contrataciones con prestaciones ni bonos, incentivos y demás prestaciones con los que aún cuentan los maestros del público.
Además, es común que cuando el salario ofrecido supera los $7,600 el excedente se paga en efectivo, y en caso de contar con seguro social, esto no se reporta, por lo que muchos maestros cotizan ante el IMSS con un salario mucho más bajo al que realmente reciben. El monto de aguinaldo, prima vacacional y otras prestaciones se calcula también tomando en cuenta el salario reportado ante el IMSS y no el salario real.
La diferencia entre ambos tipos de docentes no se limita al salario y la falta de prestaciones. La precarización se refleja también en las condiciones, pues debido a la misma dinámica de los colegios privados, se normaliza que un mismo profesor imparta diferentes materias, a diferentes niveles, lo que implica una mayor cantidad de horas que no se pagan de la misma manera.
Esto sumado a la represión que vivimos en nuestros centros de trabajo, cuya máxima expresión son las contrataciones temporales y condicionadas a seguir a raja tabla las necesidades de los colegios, Por ejemplo: Se condiciona la asistencia ocasional a eventos por las tardes, que pueden llegar a terminar por la noche, o en fin de semana, sin pago por horas extras, y por el contrario, en caso de negarse a asistir se amenaza con descuentos al salario, o con la no renovación del contrato.
Estos colegios en su mayoría son dirigidos por los mismos dueños, cuyo único interés es generar ganancias, ya que suelen ser empresarios que no tienen conocimientos ni experiencia pedagógica, pero sí en marketing y ventas.
¿Por qué los docentes de escuelas privadas no se sumaron a la marea roja?
Venimos de una enorme lucha encabezada por la CNTE, con un paro de 24 días y movilizaciones masivas que reunieron a decenas de miles de docentes que luchaban por mejoras salariales y la eliminación de la Reforma Educativa peñista, así como la Ley del ISSSTE del 2007 que elimina la posibilidad de acceder a una pensión.
Una de las principales características que enfrentamos los maestros de privadas, es la falta de estabilidad y seguridad en el trabajo, elementos que hasta cierto punto otorga el estar afiliados a un sindicato. Pero los maestros de privadas no contamos con uno.
Sin embargo, el Estatuto del SNTE en su artículo 35, sección V contempla que: En las entidades federativas funcionarán Secciones Sindicales que integren a las Delegaciones, a Centros de Trabajo, constituidos por trabajadores de la educación dependientes de los gobiernos estatales y municipales, así como de las instituciones privadas que estén incorporadas a los sistemas educativos estatales o, en su caso, a la Ciudad de México.
Esto implicaría la posibilidad de que todos los profesores del sector privado nos afiliáramos al SNTE, contando con las mismas prestaciones y respaldo por parte del sindicato más grande de América Latina. Partamos de puntualizar que la existencia de este estatuto es desconocida por la mayoría de los docentes, quienes consideran la posibilidad de pertenecer a un sindicato como algo imposible.
Pero tampoco hay iniciativas por parte de dirigentes del SNTE para adherir a estos profesores a sus filas. ¿Por qué motivo? El aumento de las cuotas sindicales sería significativo, sin embargo, también significaría representar al sector más precarizado del magisterio, y sobre todo dotar de condiciones para protestar.
Las luchas del magisterio, si bien son impulsadas por la CNTE, se pueden realizar por la pertenencia al sindicato y las “garantías” que esto genera. Es indudable que los maestros de privadas nos organizaríamos contra la precarización si tuviéramos condiciones para luchar. Definitivamente ese no es el interés del SNTE, que se encuentra dirigido por el charrismo sindical.
¿Qué podemos hacer los docentes de privadas frente a este panorama?
Como bien nos han demostrado, no solo la lucha de la CNTE sino también las diferentes luchas a lo largo de la historia, la clave para poder arrancar nuestros derechos es la unidad entre los trabajadores. La mayoría de los maestros y maestras del sector privado, desconocen que existe el artículo 35 del Estatuo del SNTE donde se presenta la posibilidad de adhesión al sindicato.
Es por ello que consideramos importante que la CNTE, como referente histórico del magisterio democrático, llame a la unidad entre docentes sindicalizados y no sindicalizados para luchar juntos contra el charrismo, las autoridades y empresarios que lucran con la educación y conquistar plenos derechos para todo el magisterio.
Comencemos por informar a nuestros compañeros, no solo en nuestro centro de trabajo sino en las diferentes escuelas de nuestra zona. Si eres docente de escuela privada y has vivido estos abusos escríbenos a Agrupación Nuestra Clase contándonos tu experiencia, juntos podemos luchar por condiciones laborales dignas para todos. |