En Valencia todo es catástrofe y desolación tras el paso de la DANA y la desidia de los gobiernos y las patronales que han permitido este verdadero crimen social capitalista. Pero la solidaridad entre las y los trabajadores y oprimidos siempre brota ante situaciones como estas.
Un grupo de migrantes de distintos orígenes, entre ellos Afganistán, Siria, Georgia o Venezuela, alojados en un recurso social de Picany, ha tomado la iniciativa de cocinar y repartir comidas para las personas afectadas por las recientes inundaciones en diversas zonas de Valencia.
El hotel en el que residen ha quedado inundado en su planta baja. Son alrededor de 200 personas que están allí durmiendo, sin agua y sin luz, pero han hablado con el dueño del albergue para poder utilizar la comida que había en la despensa del comedor de las instalaciones y cocinar para todos y para quien lo necesite.
A lo largo del día, las y los migrantes dedican su tiempo y esfuerzo a esta inmensa labor solidaria, demostrando su deseo de colaborar con la población en un momento de emergencia. La preparación y entrega de alimentos se ha convertido en un punto de unión entre la comunidad migrante y los vecinos de las zonas afectadas, resaltando el poder de la solidaridad y el apoyo mutuo en tiempos difíciles.
Una periodista de El Mercantil Valenciano ha podido conversar con algunas de estas personas, entre ellas dos mujeres, una afgana y otra siria, mientras preparaban una enorme ensalada popular. "Nos fuimos de Afganistán porque vinieron los talibanes y al llegar aquí casi no lo contamos por una tromba de agua", explicaba una de ellas, mientras su hija traducía todo a la periodista.
Un gran ejemplo de que el discurso de odio de la extrema derecha contra la población migrante no es más que eso, odio. Frente a la catástrofe de este crimen social perpetrado por los capitalistas y sus gobiernos, la solidaridad reside en clase trabajadora y las oprimidas.
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