La noche del 27 de octubre, La Trastienda se transformó en un espacio donde el rock y la rebeldía compartieron un mismo latido. Con un público febril y canciones que son como un grito de resistencia:
«Dicen que cooperarán en arreglar el mundo
Cuando en realidad les chupa un huevo»
Tras unos minutos de espera y cánticos de alabanzas como "vamos las pelooo, vamos las pelooo" el telón se corre dando paso a un rulo de batería y un punteo que auguran “una noche feliz”, Las Pelotas nos recibe como en la sala de su casa con el tema “Saben”, un himno que pone en evidencia las hipocresías de los poderosos y refleja la bronca de una sociedad que se siente constantemente decepcionada. Desde las primeras notas, la audiencia se unió en un abrazo colectivo al corear, cantar, gritar a voz pelada las letras que, más allá de la música, son mensajes profundamente arraigados en el inconsciente popular.
Daffunchio y su banda no necesitan señalar a políticos específicos; saben que la “ratonera” que denuncian no responde solo a nombres, sino a un sistema que ha traicionado sus propios estandartes. Como diría el portavoz de la banda en una entrevista, el líder de Las Pelotas recordaba que "no se trata de un nombre ni de un cargo: las figuras son abstractas, el poder es absoluto". Y esa abstracción encuentra eco en el mensaje de la canción, recordándonos que los símbolos, como la justicia social, se vuelven vacíos cuando se convierten en una excusa más para ocultar la falta de cambio real.
El público acompañó a la banda de sus amores con cánticos como “el que no salta votó a Milei”, haciendo evidente el rechazo a la clase política y conectando profundamente con la temática de la canción. Este tipo de manifestaciones se replicaron en otros momentos del show, evidenciando que Las Pelotas saben, cual medico chino, que fibras tocar para inspirar y canalizar la disconformidad de su audiencia que deja todo en la cancha y transpira la camiseta tema a tema, canción a canción, que ya se han convertido en himnos.
A mitad de la noche, el reciente sencillo “Los Dos” resonó como un momento de pausa entre los mensajes críticos y la calidez emocional de la banda. Los versos “me encantaría que me digas cómo puedo hacer para que esta noche nunca se termine” presagian nuestros sentimientos, el tema invitó a una introspección casi romántica sobre el tiempo y el deseo de eternizar un momento especial, como esa noche. A través de esta canción, Daffunchio y su banda nos hermanan, no solo en las luchas y del cansancio social, sino en el sentimiento y el afecto humano siguen siendo fundamentales.
Con un cierre contundente que incluyó “Para con la papa” y “Será”, Las Pelotas dejaron claro que siguen siendo una fuerza fundamental del rock nacional. La doble fecha, que también incluyó el 29 de octubre, reafirma que su música no solo sigue vigente, sino que, como el buen vino, gana fuerza con el tiempo. La Trastienda, más que un escenario, fue el lugar donde la conexión entre la banda y su público se hizo palpable: una noche donde todos se unieron para celebrar y recordar por qué Las Pelotas son un emblema del rock argentino.
Agradecidos por cada nota, cada tema, la noche perfecta cierra dejándonos a todxs extasiados, aunque con ganas de más, lxs más suertudxs pudieron disfrutar nuevamente de este pilar del rock nacional el martes 29 de octubre. Muy agradecidos a la banda y a su fotógrafa Malu Campello quienes nos abrieron las puertas para disfrutar de este festín sonoro, nos dio el empuje que se necesita para terminar el año y continuar la lucha, “Llegar hasta la inmensidad, Para sentirse vivo”