Gerardo Werthein gana peso en el gobierno libertario. Primero se empoderó en la Embajada de Estados Unidos. Ahora llegó a la estratégica Cancillería, tras la expulsión de Diana Mondino por votar contra el bloqueo a Cuba.
El nombramiento es un mensaje fuerte. No solo al imperialismo yanqui y el guerrerismo israelí. También a los grandes empresarios que representa.
Pero el poder de los Werthein no lo inventó Milei. Fue la casta militar, peronista y del macrismo la que permitió su milonario ascenso. Acá te mostramos el prontuario del nuevo hombre fuerte de la “diplomacia libertaria”. *
Medalla de oro en negocios con los gobiernos de turno
Gerardo Werthein siempre quiso que el camino de su fama llegue por sus logros en el mundo del deporte y los negocios, no de la política. Pero la realidad es que sus empresas siempre dependieron de sus relaciones con los gobiernos de turno.
En 2009 se convirtió en presidente del Comité Olímpico Argentino. Su amistad con Daniel Scioli fue clave para ese “prestigioso” cargo. Mientras hablaba del “deporte amateur”, dedicaba sus días a dirigir algunas empresas de la familia. Entre ellas la Telecom privatizada. Néstor Kirchner no quería reestatizar el servicio, sino que las multinacionales repartan el negocio con la “burguesía nacional”. Los Werthein fueron durante años aliados del gobierno en la rosca con Telecom Italia y Magnetto (Clarín).
En las elecciones de 2011 Gerardo apoyó las aspiraciones de su amigo Scioli, pero su olfato le llevó a “apostar a ganador”. Por eso puso su canal, C5N, al servicio de las candidaturas de Frente Para la Victoria. En una ‘autoentrevista’ dijo que "la mejor candidata es Cristina Kirchner” (21/3/2011).
Con la tranquilidad de una buena relación con el peronismo, “Los Werthein” siguieron creciendo en sus negocios: telecomunicaciones (Telecom, DirectTV, TyC), energía (Vista Oil & Gas), alimentos, constructoras, salud, seguros (Experta) y ganadería.
En 2015 Gerardo fue por la revancha. Apoyó la campaña de su amigo Scioli para las presidenciales de ese año. En la última semana de campaña organizó un acto con varios deportistas olímpicos para que el candidato del FDT se muestre. Dicen que Macri nunca le perdonó esa foto. Pero el malestar no les impidió seguir haciendo negocios en ese gobierno también.
Para entender cómo, a pesar de esos chispazos, Gerardo y su familia siempre se mantuvieron cerca del poder, hay que remontarse un poco más atrás.
Breve historia de una familia con mucha ambición
El capo de la familia, hasta su fallecimiento en 2013, fue Don Julio Werthein. Fue quien le enseñó todo a Gerardo, empezando por esa versatilidad para llevarse bien con el poder de turno.
Una anécdota lo pinta bastante. “Debo señalar con énfasis la misión que, a pedido del entonces Ministro de Economía José Martínez de Hoz, cumplimos en EE.UU. Debíamos resaltar el cambio producido en el país después del golpe de Estado...cooperando con Martínez de Hoz en propagar nuestro optimismo”. Las palabras pertenecen al libro de “memorias” de Don Julio, padre de Gerardo, Leo y Adrián. El “padrino” de la familia. Los Werthein, como parte de la Asociación de Bancos y a la Bolsa de Comercio, apoyaron la gestión de Videla-Martínez de Hoz. Cereales, carnes y finanzas, la política económica de la dictadura parecía hecha para ‘los W’.
Como gentileza por los favores recibidos, dos de las empresas familias, el Banco Mercantil e IVA Textil Lanera, fueron favorecidas con la estatización de la deuda privada de Domingo Cavallo (1982). Estamos hablando de cientos de millones de dólares.
Luego tuvieron una excelente relación con gobiernos peronistas como el de Carlos Menem. En los 90 se quedaron con La Caja de Ahorro y Seguros, que les permitía recaudar y manejar millones de pesos. No todo fue tan “legal”. Quedaron involucrados en causas de lavado de dinero con Raúl Moneta. Exterbanca -el banco offshore de la familia- fue por donde pasó buena parte del dinero de los envíos ilegales de armas a Croacia y Ecuador. Con el Banco Mercantil terminó siendo parte del escándalo del "corralito". Unos parásitos bastante "audaces".
El flamante canciller se abrió en 2020 de la participación en el grupo, tomando su parte de los negocios aunque sigue compartiendo algunos con su familia.
Ni patria ni partido
Werthein fue el hombre que le abrió a Milei muchas puertas en EE.UU, aún antes de asumir. Organizó el viaje en noviembre de 2023. Es que el afán de los Werthein por fomentar los negocios (léase saqueo) de Estados Unidos con Argentina vienen desde hace décadas. También con Israel. Los patriarcas de la familia fueron jefes del Banco Israelita del Río de la Plata y dirigentes de la DAIA. Quizás por eso la gira norteamericana de la derecha tuvo una importante visita al lobby sionista.
Hoy Gerardo gana poder en el gobierno derechista con su amigo Daniel.
Está claro. Todos los gobiernos los vendieron como parte de ‘la nueva burguesía nacional’. Pero no son nuevos ni nacionales. ‘Los W’ no tienen patria a la hora de hacer negocios. La única que reconocen como propia es la patria financiera, la patria contratista, la patria sojera. Don Julio presidió el Consejo de Relaciones con EE.UU, la Cámara de Comercio Argentino-Israelí y la Cámara de la Producción Argentino-China. Con el imperialismo yanqui, el lobby sionista o la burocracia restauracionista, sólo se trata de hacer ‘buenos negocios’.
Lo mismo podemos decir de la política. Con el peronismo, el macrismo o los liberfachos, los Werthein son el símbolo de los empresarios parásitos que se enriquecen a costa del saqueo del país y el empobrecimiento popular. Por eso sorprende que algunos medios "progres" se acuerden solo una parte de la historia del nuevo embajador.
Hay que preparar la resistencia contra Milei y sus socios.
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* Esta nota es una versión actualizada de la publicada en noviembre de 2023. |