Las elecciones del pasado 26 y 27 de octubre reconfiguraron el escenario político tras casi tres años del gobierno de Boric. En el ámbito municipal quedó clara la recomposición de la derecha y el retroceso del gobierno. En términos de resultados a nivel de concejales y cores, la oposición también obtuvo resultados positivos aunque lejos de los que ellos esperaban.
A nivel de gobernadores 11 de las 16 regiones del país deberán realizar una segunda vuelta ya que solo 5 candidaturas lograron alcanzar el 40% mínimo para ganar en primera instancia.
En Valparaíso había una expectativa de qué ocurriría con el candidato del oficialismo Rodrigo Mundaca ya que en 2021 este había ganado en primera vuelta con el 43.71% de los votos. En la oposición Maria Jose Hoffman (UDI) venia cuestionada por implicancias de la negociación del cupo dentro de la derecha y Venezian (Republicanos) tenia expectativas de superar a Hoffman producto de un descontento en la derecha por la forma en que había adquirido la nominación.
Pero ahora, a pocas semanas de la segunda vuelta, Mundaca y Hoffman juegan sus cartas para pasar a gobernar la segunda región más importante del país. Mientras la derecha ha concentrado su discurso en la seguridad, Mundaca ha apostado a mostrarse como el candidato mayoritario, cuyos apoyos van desde la democracia cristiana hasta el partido popular (de Cristian Cuevas), poniendo énfasis en lo trabajado en materia de gestión y también pone sobre la mesa los recursos del GORE entregado a las policías.
Aun cuando sabemos que Mundaca y Hoffman no representan los mismo, Rodrigo Mundaca, llegó al cargo con la promesa de ser un candidato que venia desde fuera de los partidos tradicionales y sus prácticas. Pero a lo largo de su gestión, este se adaptó rápidamente a las formas y los límites propios de la administración del Estado neoliberal, aceptando lo dado como imposible de modificar y por lo tanto limitando su práctica a las reglas del juego elaboradas por los mismos partidos de siempre.
Ahora, cuando Mundaca busca ser reelecto como gobernador, esta vez no apela a su discurso del 2021, ahora es un Mundaca perteneciente al establishment político, respaldado por los que ayer criticaba, el que ha volcado su discurso a los margenes de lo posible y, jugando el juego de la derecha, llegó a plantear la posibilidad de reintegrar la pena de muerte para quienes asesinen a un policia, una política totalmente retrógrada y de la que despues tuvo que recular.
En esta segunda vuelta, no podemos caer una vez más en la lógica del mal menor, ya conocemos sus resultados, siempre son los mismos a nivel local, como nacional e internacional. Hace solo unos días los democratas y los socialdemocratas norteamericanos pedian el voto para una candidata complice del genocidio como Kamala Harris, para detener a Trump, hace unos años pidieron votar a Boric para detener a la derecha y hoy más que nunca republicanos y la derecha han ganado más fuerza que la que tenian antes del 2019. En el caso de la gobernación regional creemos que no podemos caer en la trampa del mal menor, es necesario construir una alternativa desde la clase trabajadora, que de una pelea por un programa socialista y revolucionario que de solución a la amplias necesidades de los sectores populares, poniendo por delante las demandas urgentes de salud, educación y vivienda en la región, que cuestione el sistema de pensiones y las precarias condiciones laborales que afectan a millones en el país.
Pero estos cambios no vendrán de la mano de los mismos de siempre, es necesario organizarse y dar una pelea en cada lugar de estudio y de trabajo para cambiar radicalmente las condiciones de vida a las que nos somete este sistema capitalista. En esa pelea nos encontramos las y los militantes del PTR. |