El gobierno hoy volvió a mostrar en todo su esplendor su agenda contra las mujeres en la asamblea general de la ONU donde se trató una resolución titulada “Intensificación de los esfuerzos para prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas: el entorno digital”. Mientras 170 países votaron a favor y otros 13 se abstuvieron, Argentina fue el único en votar en contra.
La resolución plantea que “condena enérgicamente todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas, que a menudo se producen de manera continuada y durante toda la vida, y su persistencia y su carácter generalizado, reconociendo que constituyen un obstáculo para el logro de la igualdad de género”. Centrando el debate en cómo se desarrolla esta problemática en los entornos digitales. El lunes la delegación argentina ya había dado la nota votando contra una resolución en favor de los derechos de los pueblos indígenas.
De esta manera Milei sigue profundizando sus posturas más reaccionarias: niega que exista una violencia estructural hacia las mujeres y niñas. Ubicándose así a la derecha de países insospechados en defender los derechos de las mujeres como Estados Unidos e Israel, que votaron a favor de la resolución, o Irán y Rusia, que eligieron abstenerse.
Cabe recordar que para abordar estos temas, en medio de una disputa con la ex canciller Diana Mondino, Milei intervino la Cancillería a través de Úrsula Basset, una abogada en derecho de familia ultraconservadora. Con este tipo de medidas, el Gobierno busca instalar desde el propio Estado su agenda contra lo que llaman “ideología de género”.
Estos hechos suceden tras una semana de constantes ataques por parte de Javier Milei, Victoria Villarruel y organizaciones antiderechos a la Educación Sexual Integral. Una herramienta que permite que las infancias comprender y denunciar casos de abuso sexual.
Se trata de posiciones reaccionarias que buscan naturalizar la desigualdad que atraviesan las mujeres, que se evidencia en los casos de violencia de género, en la brecha salarial o por ser a quienes les recaen en mayor medida las tareas de cuidado de las infancias y adultos mayores. Posturas que tienen un correlato en el ajuste que atraviesa el país, donde se cierran programas económicos y se vacían las líneas telefónicas de atención para casos de violencia de género.
Mientras el gobierno festeja el “veranito financiero” y consolida la degradación social que implicó un ajuste sobre las grandes mayorías, despliega estos discursos con el objetivo de instalar falsos debates, buscando difundir que derechos conquistados por mujeres y personas LGBTIQ+ son culpables de alguna manera de los grandes malestares que atraviesan a una sociedad asediada por años de ajustes bajo distintos gobiernos. Una política que Milei profundiza día a día, volviendo a la par con ideas conservadoras que pregonan las Iglesias católicas y evangélicas sobre el rol de la familia tradicional y de las mujeres. | 
