Pura demagogia. A casi un año de gobierno de La Libertad Avanza, más de la mitad de la población en Argentina se encuentra bajo la línea de pobreza, mientras que los grandes especuladores financieros, los grandes empresarios de la energía o los mineros, entre otros, viven de fiesta. Como confesó el propio Javier Milei hace pocas semanas, la única prioridad para el oficialismo es pagar la deuda externa, mientras se ajusta a los jubilados, a la educación o a la salud públicas.
Sin embargo, para el vocero presidencial, Manuel Adorni, como representante de un gobierno que es gatito mimoso del poder económico, de lo que se trata siempre es de dirigir las miradas hacia otro lado y ocultar el contraste de esta situación respecto de los enormes beneficios que le dan al poder económico más concentrado.
En este caso, y bajo un discurso engañoso de aprovechar el descontento con "la política", algo facilísimo después del desastre de los últimos gobiernos del peronismo y de Cambiemos, Adorni anunció durante la tarde de este viernes que el gobierno enviará al Congreso Nacional un proyecto para implementar una reforma electoral.
Desnudando toda la demagogia, sin embargo, la única verdad que salta a la vista es que el anuncio busca que solo los millonarios puedan hacer política, por supuesto, para beneficiar cada vez más a los propios millonarios y aprovechar el descontento con el régimen político para hacerlo cada vez más antidemocrático. Al buscar eliminar el financiamiento estatal, busca implementar un ataque antidemocrático contra los electores y contra la voluntar popular, al querer impedir que todas las propuestas puedan ser difundidas en igualdad de condiciones.
Adicionalmente, cabe señalar que también es dudoso que tengan los votos para la aprobación completa del proyecto en el Congreso Nacional, con lo cual hay que denunciarlo fuertemente pero tampoco descartar que al menos en parte se trate de una maniobra distraccionista y de demagogia mientras aplican su política económica que cada vez más genera un fuerte descontento social, a la vez que está todo atravesado por la negociación entre LLA y el PRO de cara a las elecciones de 2025 y los votos necesarios para la aprobación de cada ley.
Como denunció Myriam Bregman en sus redes sociales, estamos ante "un gobierno desesperado por que solo puedan presentarse a elecciones los ricos. Se creen Trump, muchachos".
Efectivamente, dentro del proyecto anunciado se anuncia la propuesta de eliminar las PASO -la izquierda siempre estuvo en contra de las PASO desde el primer momento- pero también destacan ejes completamente antidemocráticos y a favor del gran poder económico como: el aumento de los aportes privados (mayor privatización e injerencia del poder económico en el sistema electoral, para moldear un sistema cada vez más favorable a los ricos); la eliminación de los espacios de publicidad electoral que por ley tienen que ceder los medios (censura abierta a quienes no son financiados por los grandes empresarios); o la eliminación del financiamiento público para las campañas (buscando atacar el derecho de los electores de acceder por igual a todas las propuestas). Al mismo tiempo, se elevan los requisitos para constituirse como partido político: contar con el 0,5% de afiliados sobre el padrón electoral; tener un piso mínimo del 3% de los votos en dos elecciones consecutivas".
Nada de esto es de extrañar. Hacen demagogia denunciando el gasto electoral para ocultar los beneficios a los millonarios y no para hacer un régimen más democrático sino uno mucho más antidemocrático en el cual solo los millonarios puedan presentarse a elecciones. No sorprende tampoco por parte de un gobierno que desde el comienzo hizo uso y abuso de mecanismos completamente antidemocráticos como los DNU o el veto a leyes aprobadas por el Congreso Nacional, siempre con la complicidad de legisladores colaboracionistas del PRO, la UCR o el peronismo, que favorecieron todas y cada una de estas maniobras, así como la indispensable colaboración y tregua de las cúpulas sindicales que solo porotean sus propios intereses de burócratas.
La izquierda, como siempre, estará al frente de denunciar esta maniobra. |