Muchas familias sueñan con su casa propia, no pagar mas arriendo y tener un espacio para vivir, un lugar donde construir sus sueños, muchas familias hoy viven en campamentos o de allegados, hacinados esperan con ansias años para que se les entregue su casa, pero al llegar ese momento, se dan cuenta que las casas están en precarias condiciones, inundaciones a solo un mes de vivir, fallas eléctricas, incluso hasta trizaduras que han terminado en el desalojo de casas por las pésimas construcciones que llevan adelante las inmobiliarias que hacen negocios con el Estado.
En Antofagasta hace unos años por el 2021 los vecinos del conjunto “Villa El Salar” tuvieron que desalojar 22 viviendas sociales recién entregadas y construidas por la constructora del empresario Silvio Cuevas. Filtraciones, grietas, imperfecciones, roturas y hundimientos eran los problemas que tenían estas viviendas, muchas se trizaron por una infraestructura débil, dejando a 22 familias sin su anhelado hogar, casa que hasta el día de hoy están desocupadas y abandonadas.
Otro caso mas reciente es por la constructora Echeverria, quien saco el premio a la “mejor constructora de viviendas sociales”, se adjudico la construcción de viviendas sociales en Antofagasta, pero las condiciones de las viviendas dejan mucho que desear, en menos de un año y con solo un mes y medio de haber entregado los departamentos del condominio “La Reserva” ya tienen inundaciones, fallas, problemas en los baños, debido a los materiales de bajo costo y calidad que se ocupan para la construcción, abaratando costos usando lo mínimo con tal de llenarse los bolsillos.
Una pobladora comenta: “Al mes y medio que llevaba viviendo, el techo de mi cocina empezó a inflarse, y arriba aún no vivía nadie, llame a la constructora para que vieran el problema usando los 5 años de garantía que nos dan y se dieron cuenta que las cañerías estaban mal instaladas, acumulando agua, se negaron a cambiar el material y usaron lo mismo para reparar, siendo que sabían que ese material no cumplia las condiciones necesarias para que esto no pasara, me siento pasada a llevar, espere años por mi casa, decadas, independiente si me dan un subsidio todos merecemos un lugar digno para vivir.”
“Los empresarios se llenan los bolsillos a costa de los sueños de las familias”, un relato que se deja oír en quienes sufren estas falencias en sus viviendas, sin embargo no es ajeno al negocio que tienen hoy las grandes inmobiliarias, que no solo se quedan con las ganancias de los subsidios con los que construyen las viviendas sociales abaratando costos, además son capaces de construir enormes torres de departamentos para venderlos a decenas o cientos de millones, mientras miles de familias viven en campamentos, arriesgándose a vivir en condiciones precarias, a incendios, condiciones de poca salubridad, hacinados, hay muchos departamentos vacíos y pocas viviendas sociales, claramente las prioridades no son las familias pobres sino sus negocios.
Ante esta problemática es necesario dar una vuelta mucho más profunda al problema de la vivienda, que no se acaba solo con más viviendas sociales de constructoras que “hagan bien la pega”, hay que acabar con el negocio de la vivienda tocando los bolsillos de las grandes inmobiliarias, poniendo los miles de departamentos y casas desocupadas a disposición de quienes hoy no tienen donde vivir, mientras miles de casa y departamento están vacíos millones de familias viven en campamentos, de allegados y hacinados, que el Estado deje de entregar más concesiones a los empresarios de las inmobiliarias, pongamos los recursos de los empresarios inmobiliarios como de las grandes fortunas en función de la construcción de viviendas de calidad para todas y todos. |