Como por goteo, las mujeres se fueron congregando en la Plaza Libertad, en el centro de Montevideo, desde las 18 hs, hasta formar una movilización compacta y ruidosa. A las 18.30 hs la Coordinadora de Feminismos realizó una intervención artística, acompañada por otras mujeres. Y a las 19 hs puntual se perfiló la movilización por la avenida 18 de Julio hasta llegar a la explanada de la Universidad de la República.
En el medio, colectivos de mujeres organizadas desplegaron su creatividad y combatividad bajo la consigna “son tiempos de lucha”, para visibilizar una situación que ya es crónica: la violencia contra las mujeres, en sus múltiples formas.
En un esfuerzo unitario, se unieron a la convocatoria mujeres organizadas en Vía 8M como la Comisión de Género del PIT-CNT, la Comisión de Género de FUCVAM, la Red de Ollas Populares, las Mujeres de los Asentamientos, la Coordinación por Palestina, mujeres de varios sindicatos como ATSS, AFFUR, SINTEP, colectivos de mujeres como Our Voice, Cotidiano Mujer, Pan y Rosas, y la Coordinadora de Feminismos, entre otras varias organizaciones.
Hoy, cuando ya tenemos los resultados del balotaje donde Yamandú Orsi se consagró como ganador, decimos las mujeres que ninguno de los dos candidatos ni las fuerzas políticas que representan, han tenido la intención de poner las demandas de las mujeres sobre la mesa. No lo han hecho en su campaña electoral, ni tampoco se los escuchó decir nada al resspecto en el debate presidencial, mientras que los últimos días solo se hizo mención de forma oportuista en el mejor de los casos,
Por eso, en la movilización se decía, “con cualquier gobierno vamos a tener que movilizarnos por nuestros derechos”.
El Estado es Responsable
En la proclama unificada, se hizo hincapié en la denuncia por la falta de presupuesto para la ley 19.580 de atención integral a la violencia basada en género, a la vez que se alertó a las mujeres a seguir en las calles movilizadas contra las múltiples violencias.
Los recientes casos como el “suicidio femicida” de Milagros Chamorro, sumado a los casos de violencia vicaria ocurridos recientemente, renovaron las fuerzas de las mujeres que, este 25N, denunciaron la falta de presupuesto para la implementación efectiva de la Ley 19.580, no solo en lo que tiene que ver con los aspectos jurídicos, sino también en la capacitación de los organismos de salud y educación, y en el servicio de atención a las mujeres en situación de violencia de género. Faltan centros de acogida, faltan recursos humanos para acompañar procesos y, además, se tiende a reproducir la re-victimización de las mujeres.
La situación de las mujeres trabajadoras en especial, no es menos alarmante. Mientras proliferan los casos de acoso laboral y acoso sexual en el ámbito laboral, mujeres como las trabajadoras no docentes de AFFUR denunciaron que la violencia se encuentra “en las casas, en las calles, en los trabajos y también en los sindicatos”, y llamaron a enfrentar las situaciones de acoso laboral, algo que lamentablemente se ha convertido en una constante en los ámbitos laborales.
En este sentido, en distintos ámbitos sindicales se viene problematizando la idea de que el machismo que impera en los sindicatos es un problema a erradicar. Y como tarea de las mujeres, se plantea la necesidad, no solamente de que las mujeres puedan ocupar puestos sindicales, sino para que aedmás puedan dar un pelea para que toda la clase trabajadora apoye la lucha por una verdadera igualdad.
Por su parte, las mujeres cooperativistas plantearon que, la lucha por la vivienda es, también, una lucha feminista.
El género nos une, la clase nos separa
Por cierto, no todas las mujeres vivimos la opresión de la misma forma, y son las mujeres trabajadoras y de los sectores más pobres de la sociedad quienes terminan siendo las más perjudicadas. Por eso la lucha contra la violencia hacia las mujeres es, también, una lucha de clases, porque no se puede separar la lucha contra el capitalismo, que precariza nuestras vidas, de la lucha contra la opresión de género..
Las mujeres uruguayas con Palestina libre
La desesperante situación en Palestina, donde más de 45000 personas han sido asesinadas y, la mayoría de ellas, son mujeres e infancias, y el genocidio que se está perpetrando, ha llevado a que el movimiento de mujeres organizadas haya tomado la causa palestina como propia.
Desde el año pasado hasta hoy – donde ya se cumplió un año del inicio de los bombardeos contra Gaza – las mujeres hemos venido denunciando el genocidio, y exigiendo el fin de las relaciones con el Estado Sionista de Israel.
En la marcha de ayerse exigió también la cárcel a Netanyahu si llegara a pisar suelo uruguayo, siguiendo las resoluciones internacionales.
Mujeres organizadas contra las violencias de este sistema
Tal como expresa la frase elegida como consigna de la movilización, nos esperan “tiempos de lucha”. Esto es, inclusive con un gobierno frenteamplista, que ya ha tomado postura en defensa del Estado de Israel frente al genocidio en Palestina. También ha tomado una postura a favor de las AFAPs y el gran capital financiero internacional, lo mismo que en defensa de UPM y los proyectos extractivistas y, más en general, ha delineado un programa económico que no dista del propuesto por la derecha aún en el poder.
Es por esto que las mujeres supimos decir que “son tiempos de lucha”, para luchar contra la precarización laboral, los bajos salarios, el acoso laboral, la discriminación en los trabajos, la violencia patriarcal, la violencia institucional y la defensa de los bienes comunes naturales.
Es conquistando un movimiento unitario e independiente como podremos dar todas estas peleas.
“Son tiempos de lucha”, y de reforzar nuestra organización, de cara a un nuevo período de gobierno.
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