Lipo es una conocida marca de golosinas de la Argentina. Produce 100 variedades de caramelos en una planta de más de 8.000 metros cuadrados ubicada en Lanús. En su página institucional destaca el crecimiento de los últimos años y agrega que, además de la marca propia, produce para Carrefour en Argentina y otras marcas en Estados Unidos, hace la importación y distribución de primeras marcas internacionales (Hershey’s / Topps) y la fabricación de reconocidas licencias para su distribución a nivel mundial.
También es conocida por haber tenido varios conflictos en los últimos años, por ejemplo en 2017 y 2020. Sus trabajadores y trabajadoras están encuadrados en el Sindicato de Alimentación de Provincia de Buenos Aires.
El motivo del nuevo conflicto son los atrasos salariales en que viene incurriendo la empresa. Según señaló un integrante del sindicato a Diario Sur, “les abonaron solo el 50% de sus sueldos y están realizando un cese de actividades hasta la regularización del pago”.
Los trabajadores comenzaron un paro y realizaron un reclamo ante el Ministerio de Trabajo bonarense.
Como en otras empresas de la provincia (Frigorífico Las Heras, Dass, Dánica, etc), los empresarios que han ganado millones quieren descargar una baja del consumo en los bolsillos obreros. Además están en medio de una negociación con el gobierno por el valor del dólar, subsidios para la industria y otros puntos. Por eso en muchos casos de trata de un chantaje para conseguir sus reclamos.
Contra la política de entrega de la CGT y las conducciones que llevan a elegir entre los retiros voluntarios, la precarización o el congelamiento salarial, hay que plantear una salida obrera: que se prohiban los despidos y suspensiones, que se abran los libros contables de las empresas y si cierran o despiden masivamente hay que imponer la ocupación de las empresas para que funcionen bajo gestión obrera. Son ellos o nosotros. |