Despidos y resistencia en el Bonaparte
El miércoles 15, los trabajadores del Hospital Laura Bonaparte comenzaron a recibir notificaciones de despido. El ataque del gobierno no es solo contra este centro, sino también contra otros espacios de salud pública. Buscan dejar a 1.400 personas sin empleo.
Este golpe a la salud pública amenaza gravemente los servicios esenciales. Los profesionales despedidos advierten que la reducción del personal pone en peligro la continuidad de la atención y, sobre todo, la salud de los pacientes. La crisis no es nueva: el personal del Bonaparte ya había enfrentado y derrotado un intento previo del gobierno de cerrar el hospital, logrando el apoyo amplio de toda la comunidad. Entre ellos, los propios pacientes que se atienden allí, quienes destacaron la atención de calidad que reciben del personal, y muchos de ellos sostuvieron que en el Bonaparte les salvaron la vida. Dejaron en claro que en este hospital no sobra nadie.
“El hospital no puede funcionar con 200 trabajadores menos”
“Con 200 trabajadores menos, el hospital no puede funcionar”, dice una psicóloga despedida. Señala que el hospital es de los trabajadores, usuarios y de la comunidad, y que “no podremos sostenerlo sin los empleados”. Desde octubre, cuando supieron del plan del gobierno para cerrar el hospital, han estado luchando.
Otra de las psicólogas desvinculadas, de seis meses de embarazo, asegura que la reducción de personal “deja el servicio sin funcionamiento” y subraya que esto es otro ataque del gobierno desde que asumió. Destaca que tienen en la memoria reciente que lograron “un triunfo que fue haber frenado que se cierre el hospital de un plumazo”. Llama a unirse y coordinarse para enfrentar estos ataques.
Otra de las psicólogas que trabaja en este hospital menciona que “hoy llegan pacientes que no reciben medicación, lo cual tiene graves efectos en la salud mental, desde la incapacidad para realizar actividades diarias hasta el suicidio”. Afirma que este gobierno viene atacando diversas áreas, lo que afecta la calidad de vida de la población, y enfatiza la necesidad de unirse para proteger todos los hospitales y programas de salud. Ante esta situación, reclama a los sindicatos que tomen medidas urgentes, “porque es muy grave lo que está pasando" y agrega que "ya son más de 30.000 despidos en el Estado, y se necesitan soluciones a la altura de la circunstancia”.
Impacto en los pacientes y en la comunidad
El daño causado por la falta de recursos ya es evidente. Algunos pacientes, según relatan los trabajadores, no están recibiendo la medicación que necesitan, una situación que puede derivar en consecuencias graves como el deterioro de su calidad de vida o, incluso, el suicidio. “Esto no es solo un ataque al hospital, sino a toda la sociedad”. “El cierre de servicios esenciales, como los programas de salud mental, afecta profundamente a la población más vulnerable”.
Paula es paciente de una de las psicólogas despedidas del Hospital Bonaparte: "Mientras venía para acá, me enteré de que despidieron a mi psicóloga”. “Hace tres años que me atiendo en este hospital y siempre me brindaron una atención increíble de la prestación humana, de contención", agrega que "esta es la realidad, también, de mis compañeras”.
Convocatoria: Abrazo al Hospital Bonaparte
En respuesta a esta crisis, los trabajadores del Bonaparte han decidido permanecer en el hospital como medida de resistencia. Además, convocan a toda la comunidad a un abrazo este lunes para defender a los trabajadores, la salud pública y el derecho de todos a una atención de calidad. Este llamado a rodear al hospital es bajo la consigna: “Vaciar es cerrar. Sin trabajadores no hay salud mental”.
Es urgente exigir a las conducciones sindicales que convoquen a un paro nacional y un plan de lucha conjunto para enfrentar el vaciamiento de la salud pública. El Hospital Bonaparte, sus trabajadores y pacientes nos demostraron que con la lucha y la unidad se pueden frenar los ataques. | 
