El ministro de Economía, Luis Caputo, regresó al país este miércoles para mantener una reunión con el equipo técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI), tal como había anticipado Kristalina Georgieva el domingo pasado tras su reunión con Javier Milei en EEUU. El Ejecutivo apunta a conseguir un financiamiento de al menos US$11.000 millones con el objetivo de sostener el atraso del dólar e intentar levantar el cepo cambiario.
El blanqueo de capitales le permitió a Milei bajar la brecha cambiaria con los dólares paralelos y utilizar el precio de la divisa como un ancla para bajar la inflación. El problema es que las reservas del Banco Central siguen siendo negativas y el esquema cambiario utilizado favorece que sigan cayendo ya que estimula a las importaciones y el consumo en el exterior. Para hacer frente a los vencimientos de la deuda externa y evitar devaluar (presionando la inflación al alza), el Gobierno está a la búsqueda de nuevo crédito que le permita llegar a las elecciones de octubre sin demasiados sobresaltos.
La prioridad de un nuevo acuerdo con el organismo internacional fue reconfirmada por Caputo quien publicó en su cuenta de X: "Ya en Buenos Aires. Excelente el viaje a Washington. No pude acompañar al Presidente a Davos porque serán tres días de mucho trabajo entre la misión del Fondo, la licitación por adhesión anunciada ayer, y medidas que estamos terminando de diseñar desde la Secretaría de Comercio".
Las bases endebles del dólar atrasado
Las diferencias sobre la política monetaria son el centro de las negociaciones,el FMI busca que Argentina desarme el cepo y se unifiquen los tipos de cambio. En este punto, el Gobierno argentino coincide, pero la discusión gira en torno de los tiempos y la manera de llevarlo a cabo. También está el debate sobre si el tipo de cambio actual es de equilibrio, un aspecto que viene siendo cuestionando el organismo multilateral.
Desde el Fondo vienen realizando advertencias, en el reciente informe sobre el acuerdo que aún está vigente afirman: “Para allanar el camino hacia la recuperación del acceso a los mercados, será necesario adoptar una estrategia creíble para desmantelar los controles cambiarios, una mayor flexibilidad cambiaria y un papel más significativo de la política monetaria”.
Desde el oficialismo argumentan que la reducción de la brecha entre dólar oficial y financieros implicaba que no está atrasado, pero esos dólares no son libres, están intervenidos de forma directa por el Banco Central, indirecta por el “blend” ofrecido a los agroexportadores (posibilidad de liquidar un 20% de las divisas en el mercado paralelo) y se sostienen en gran parte por el “carry trade” (ganancias obtenidas por los grandes empresarios gracias a la tasa de interés en pesos mayor a la devaluación de la cotización oficial). El economista Juan Graña publicó en su cuenta X los datos mostrando que la cuenta corriente del balance cambiario del BCRA es negativa desde junio; es decir el superávit de exportaciones no alcanza para pagar el déficit creciente por el pago de servicios (donde están los viajes turísticos y compras en el extranjero) e importaciones.
El atraso del tipo de cambio está mostrando cada vez más grietas. En las últimas semanas, se ha observado una fuerte intervención por parte del Banco Central de la República Argentina (BCRA) en el mercado financiero con el objetivo de contener la suba de los dólares financieros como el MEP y el contado con liquidación (CCL), y así evitar un incremento en las brechas cambiarias. La semana pasada, las reservas cayeron en US$ 524 millones, a pesar de que la entidad informó compras netas por US$ 639 millones y sin registrar pagos de deuda relevantes en el período.
Enfrentar el ajuste de Milei y el FMI
Con su habitual estilo denigrante, Milei intervino en la discusión llamando “tarados” a quienes le exigen eliminar los controles cambiarios, al ser entrevistado por Bloomberg este miércoles en la previa al foro de Davos (un evento que reúne todos los años a los a líderes políticos y CEOs del planeta en Suiza). "Nosotros estamos comprometidos a sacar los controles de capitales y el cepo, que es una herramienta de expropiación por parte del sector público", afirmó sin rodeos el mandatario y agregó que para eliminar el cepo cambiario, además de bajar la inflación, necesita fondos externos: "Si conseguimos financiamiento, la salida es más rápida", declaró.
Más allá de las cuestiones más inmediatas sobre política cambiaria y acumulación de reservas, el Fondo sigue manteniendo sus históricos planteos a cambio de los desembolsos. “Reformas estructurales” que aumenten la flexibilidad laboral y los beneficios para las grandes empresas. Si bien Milei ha tomado medidas en ese sentido, desde la Ley Bases y el RIGI hasta el propio ajuste ponderado por Georgieva, los grandes buitres siempre piden más. El objetivo es aumentar el saqueo del país, que permita mejorar las ganancias de la clase empresaria pero también los fondos que son destinados al pago de la fraudulenta deuda externa.
Como muestran las revueltas contra los planes de ajuste en el FMI en todo el mundo, el imperialismo empuja a millones a la miseria, a la vez que multiplica las luchas contra sus objetivos. Es clave recuperar los sindicatos para ponerle fin a la tregua de la burocracia sindical y construir un camino de lucha que lleve a la huelga general hasta derrotar el plan de ajuste del gobierno nacional y el Fondo Monetario Internacional.
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