La histórica fábrica de margarina ubicada en la localidad de Llavallol en Lomas
de Zamora reabrirá sus puertas el próximo 27 de enero. El anuncio se da luego
de una audiencia con el Ministerio de Trabajo que dirige Walter Correa, de la
provincia de Buenos Aires gobernada por Axel Kicillof.
Recordemos que en Octubre de 2024 el Grupo Beltrán había manifestado sus
intenciones de cerrar la planta, obligando a los retiros voluntarios, vaciando las maquinarias de la fábrica y extorsionando a sus trabajadores para renunciar o ser despedidos.
Los primeros días de enero la empresa concretó el cierre aprovechando la baja en las ventas y alegando crisis económica, cuando se trata de un grupo líder
en el negocio aceitero y alimenticio con balances millonarios. Mediante esa maniobra pagó la mitad de las indemnizaciones encuadradas en el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, aceptado por el Ministerio de Trabajo de la PBA.
Este hecho confirma que su objetivo de fondo, y como ya lo ha hecho en otras
oportunidades, no era cerrar definitivamente la planta sino por el contrario abaratar costos, reducir salarios, flexibilizar condiciones laborales y lograr subsidios gubernamentales.
Ahora Danica anuncia su reapertura con solo 40 trabajadores en sector envasado (según delegados despedidos serían tan solo 24), pero con una considerable reducción de sus salarios. La novedad es que el Ministerio de Trabajo le habilitó a la empresa el Programa de Promoción, Preservación y Regularización del Empleo (PREBA) donde la Provincia de Buenos Aires se hará cargo de una parte del salario.
El gobierno de Axel Kicillof aceptó el chantaje patronal y sale a socorrer a una patronal vaciadora y extorsionadora contra sus trabajadores con nuevos subsidios. No hay que avalar el accionar ilegal empresario y el fraude laboral, habilitándole programas de pago de salarios como ya hizo en pandemia; hay que imponer la reapertura total, el pago de los salarios y la reincorporación de todos los trabajadores.
La actual reapertura de Dánica preserva una planta histórica con más de 85 años en Llavallol, pero se anuncia con solo 40 trabajadores adentro, en una planta que en noviembre de 2024 poseía 95 operarios y 150 trabajadores en total. El SOEIA Capital (Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria Aceitera), que en diciembre exigía la intervención del gobierno provincial para evitar el cierre de la planta, anuncia el acuerdo diciendo que “defendió, siempre y ante toda otra consideración, los puestos de trabajo de los compañeros obreros aceiteros”.
Acá se puede leer el comunicado del SOEIA
En tanto, en medios de Zona Sur un grupo de trabajadores entre los que se encuentran delegados de la comisión interna despedidos, plantean críticas al acuerdo y están denunciando que la reapertura de la planta es una estafa porque se hace con la mayoría de los trabajadores despedidos. Plantean su voluntad de ser reincorporados y volver a trabajar en Danica.
En el marco de cientos de despidos a nivel nacional como en Salud, PAMI y los sitios de la memoria, las patronales aprovechan para despedir como en Shell, Brigdestone, Pilkington Praxair, o avanzar en ajustar condiciones de trabajo y salarios. Lo vimos también en Acindar, donde un fuerte paro hizo retroceder a la patronal, pero también en Dass, frigoríficos y otras empresas.
Necesitamos unir la fuerza de todos los trabajadores para ponerle un freno a los ataques de las patronales y los gobiernos. La Federación Aceitera demostró en septiembre pasado que se puede ganar: con 7 días de paro total junto a Aceiteros de San Lorenzo le doblaron el brazo a las aceiteras que están entre las patronales más importantes del país. Con la unidad y la coordinación con otros sectores se les puede hacer frente.
Por la reincorporación de todos sus trabajadores. Ninguna familia en la calle. | 
