Desde el 29 de noviembre de 2024, la AAPAUNAM anunció que se “instaló la mesa de negociación salarial y contractual”. Luego de tres reuniones difundidas en medios de comunicación de la UNAM, autoridades de la UNAM y AAPAUNAM se dieron la mano y anunciaron “el acuerdo de un incremento salarial del 4 % al salario y 2 %” y la conclusión de revisión salarial (Boletín UNAM-DGCS).
Al menos, desde 2009 se ha mantenido el 4 % de aumento salarial y el carácter pro patronal de la AAPAUNAM ha permitido que se agudicen las malas condiciones laborales para, al menos, 31 mil profesores de asignatura y ayudantes, que sin importar antigüedad, formación académica y las labores sustantivas de enseñanza e investigación que realizan, perciban salarios por debajo de una remuneración que permita cubrir las necesidades básicas como alimentación, transporte, salud y vivienda, además de no poder acceder a un contrato definitivo con derechos laborales plenos, mientras la AAPAUNAM ha acordado con Rectoría imponer topes salariales para defender el presupuesto de la UNAM y de la burocracia dorada, además de otorgar plazas académicas a quienes son parte de los grupos políticos en cada facultad.
Esto ha sido denunciado en los últimos años, por decenas de académicxs y, particularmente, durante el Movimiento #Unam Paga se gestó un proceso de organización importante que contó con la solidaridad de estudiantes, en el que además se planteó la urgencia de democratizar la universidad porque una élite política, la burocracia dorada, controla y decide sobre los asuntos de toda la comunidad universitaria, seamos trabajadores administrativos o académicos o estudiantes.
En los mismos días, mientras el SITUAM dijo que “un aumento del es 4 % insuficiente” y está por verse si decidirán estallar la huelga este 1 de febrero, la AAPAUNAM decidió aceptar ese porcentaje sin consultar a los más de 44 mil académicos que representa. También es importante decir que, siendo el STUNAM el sindicato más grande de la rama universitaria, al no luchar por un aumento salarial acorde a la canasta básica y la inflación, su negociación sirve como parámetro a las demás universidades para que impongan bajos salarios a sus trabajadorxs.
Por ello, también llamamos a estallar la huelga porque es mentira que no hay presupuesto cuando se destina el 10 % del presupuesto de la UNAM al pago de 26 mil trabajadores.
Considerando el aumento al sueldo porque con base en él se establecen otros derechos como por ejemplo la jubilación o créditos de vivienda, estamos hablando de que para la mayoría académica,el aumento oscila entre 16 y 23 pesos más por cada hora/semana/mes/ como se observa en la tabla.
Pese a que la UNAM ha señalado que destina el 60 % de sus ingresos a docencia, para el gasto en salarios de las y los profesores de asignatura destina tan solo el 5 % del total de los recursos que recibe. Esto deja claro que no solamente que existen los recursos para aumentar el salario a los docentes y garantizar estabilidad laboral para los 31 mil docentes, sino que la AAPAUNAM defiende el presupuesto de la patronal y no busca mejoras salariales ni laborales.
Esto es completamente distinto para los salarios de las autoridades y funcionarios, quienes perciben sueldos superiores a los 70 mil pesos, quienes en el “Plan de racionalidad y austeridad presupuestaria de la UNAM” respaldado por Claudia Sheinbaum, mantienen sus privilegios a costa de congelar la creación de plazas administrativas y académicas, recortar presupuesto para prácticas de campo y mantener a la gran mayoría de académica con salarios precarios; es decir, que pese a las pugnas entre el gobiernos de la 4T y la “casta dorada” de la UNAM, tienen acuerdo en que sean los trabajadores a quienes se les aplique la “austeridad republicana”.
¿Qué está en juego en la próxima votación del CCT de la AAPAUNAM?
La AAPAUNAM desde su surgimiento en 1974 fue creada y financiada por Rectoría, y una vez que ganó las titularidad del CCT académico que perdió el STUNAM en 1975, aprobó el Estatuto de Personal Académico (EPA) que otorgó a directivos y el Consejo Técnico la facultad de dictaminar los nombramientos y promociones, en el que el director tiene la última decisión sobre dichos procedimientos. Esto significa que, desde entonces, la AAPAUNAM otorgó a la patronal las facultades para regular el CCT que se ha convertido en letra muerta.
Ya en la legitimación del CCT en 2022 producto de la Reforma Laboral de 2019, se había demostrado que la AAPAUNAM no obtuvo la mayoría para legitimar el contrato , pese a que la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) maniobreramente le permitió una segunda elección a puerta cerrada en las oficinas del sindicato.
Ahora, en el contexto actual, están por realizarse votaciones para aprobar o rechazar el CCT 2025-2027 en febrero del 13 al 19, luego de quedar evidenciado el carácter antidemocrático de la AAPAUNAM por académicos del STUNAM, denunciando que se realizó la revisión contractual y salarial sin consultar a los académicos y anunciar el fin de la negociación sin ninguna mejora.
Aunque la AAPAUNAM existe gracias a los recursos que le brinda Rectoría y los afiliados -muchos por desconocimiento sobre su situación sindical y qué hacer frente a los atropellos constantes-, hoy las y los académicos podemos rechazar a este sindicato pro patronal en las próximas votaciones a realizarse del 13 al 19 de febrero del 2025.
¡No permitamos que un puñado de personas sigan decidiendo por miles de docentes y pasando sobre nuestras condiciones de vida!
Como trabajadores universitarios administrativos y académicos que integramos la Agrupación Desde las Bases STUNAM, conscientes de la lucha de los académicos por un CCT decidido democráticamente que garantice estabilidad laboral, salarios y jubilaciones con igualdad de condiciones para mujeres y hombres, consideramos que rechazar el CCT de la AAPAUNAM es un paso para comenzar a cambiar democráticamente la universidad junto a los trabajadores administrativos y la solidaridad de los estudiantes, para que las y los docentes tengamos plenos derechos laborales.
Para lograr derechos laborales plenos para las y los académicos y tener un salario digno, necesitamos pelear como una sola fuerza con los trabajadores administrativos agrupándonos en un solo sindicato, el STUNAM. Esto es posible si desde las bases impulsamos la afiliación de las y los académicos para recuperar el CCT como en el origen de nuestro sindicato, que sean las bases quienes decidan, manteniendo la independencia política del gobierno, los partidos y los empresarios. | 
