Trabajadoras pertenecientes al área de enfermería del Hospital zonal de Bariloche se encontraron con la noticia sorpresiva de haber sido despedidas. Esta situación se da luego de sufrir ataques, sumarios y suspensiones por parte del gobierno por haber reclamado a comienzos del 2024 mejoras en sus condiciones laborales, aumento salarial y presupuesto para el mantenimiento del Hospital.
Esta semana, luego de encontrarse en la situación de no percibir el salario correspondiente al mes de enero, se enteraron que sus contratos no habían sido renovados al concluir diciembre.
Se trata de personal del hospital que, por haber formado parte de las medidas de fuerza votadas en asamblea, fue sancionado mediante sumarios y suspensiones que posteriormente quedaron sin efecto por la imposibilidad de dejar al hospital sin esos trabajadores. Esto deja aún más al descubierto la falta de personal y recursos que los trabajadores están denunciando. Al momento, las trabajadoras fueron informadas de una prórroga por dos meses de sus contratos.
Estos nuevos despidos se ejecutan en un contexto de ajuste para todos los trabajadores de la provincia. Cientos de despidos a trabajadores estatales con contratos precarios y paritarias que no compensan las pérdidas salariales acumuladas en los últimos años son parte de los ataques del gobierno de Río Negro que buscan descargar la crisis económica sobre los sectores más vulnerables, mientras se priorizan los pagos al Plan Castello y desfinancian la educación y la salud pública.
La política de ajuste de Weretilneck se desarrolla en una provincia que hace ya más de un mes se encuentra atravesada por los brutales incendios en la región, donde también es visible el desfinanciamiento en los sistemas de prevención de incendios. Los brigadistas que están en primera línea salvando vidas denuncian la falta de insumos y el mismo sistema de contratos precarios. Los vecinos que se organizan para asistir en el combate contra el fuego están siendo falsamente acusados y detenidos.
Una larga lista de recortes a la que suman, la situación de incertidumbre en relación a la continuidad de una de las sedes del Pami y los despidos disfrazados de “no renovación” tanto en el SENAF, organismo donde se brinda atención a los sectores más vulnerables, como el sector de auxiliares de escuelas, donde aún no se da respuesta a la continuidad de los y las trabajadoras que hace años se emplean como contratados.
Ante este ataque, ATE resolvió convocar a una jornada de lucha con movilización de los sectores Salud, Educación, PAMI, Desarrollo Humano, SENAF y UnTER para el día lunes 10 de febrero.
Desde la Agrupación Docente 9 de Abril, se expresaron en rechazo de este ataque y manifestaron la exigencia de un paro para que confluyan todos los sectores en lucha y mostrar al gobierno ajustador que ante los ataques la organización es la respuesta. |