La reactivación del proyecto San Jorge también reactivó la resistencia y la lucha en defensa del agua en Mendoza. Tras las masivas movilizaciones en el Valle de Uspallata hace algunas semanas, este viernes más de 5 mil personas se movilizaron por las calles del centro mendocino para rechazar el proyecto y decir, una vez más, que el agua de Mendoza no se negocia.
Mientras desde el Gobierno provincial insisten en avanzar en distintos proyectos mineros, tanto en el sur provincial como en Uspallata, la enorme movilización dejó en claro que no hay licencia social para el extractivismo y la contaminación en Mendoza.
Desde las asambleas por el Agua, junto a especialistas, vienen alertando sobre los peligros del proyecto para el río Mendoza. Como explicamos en esta nota, "el proyecto San Jorge contempla el uso de sustancias químicas para la extracción de cobre mediante minería a cielo abierto, un proceso que se conoce por su gran impacto ambiental sobre la tierra, el aire, las aguas superficiales y acuíferas, la flora y la fauna, el paisaje, así como en la población. Además, en su nuevo Informe de Impacto Ambiental, la minera San Jorge se niega a impermeabilizar la base del depósito de colas y de las escombreras de óxidos y de baja ley. Es importante aclarar que Uspallata se encuentra dentro de la cuenca del río Mendoza el cual abastece el oasis norte, donde habitan dos millones de personas, afectando el consumo humano, el riego agrícola, la industria y el turismo".
Pese a los intentos del Gobierno provincial por desacreditar a quienes defienden el agua y los bienes comunes naturales, la masiva movilización marcó el camino a seguir para enfrentar la avanzada extractivista y contaminante que quiere imponer Cornejo, en sintonía con Milei.
La masiva movilización, junto a la gigantesca marcha del pasado sábado contra los discursos de odio y el ajuste de Milei, marcan el camino de unidad en las calles que necesitamos para enfrentar no solo la avanzada extractivista, sino el conjunto del ajuste que tanto Cornejo como Milei pretenden descargar sobre nuestras espaldas. Como hicimos cuando conquistamos la Ley 7722 o en 2019, cuando en las calles derrotamos el intento de peronistas y radicales de reformarla en favor de las mineras.
El pueblo de Uspallata no está solo. Desde la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Uspallata explicaron que "Llevamos 15 años reclamando en todos los ámbitos y de todas las formas posibles, menos la violencia, nunca nos escucharon y menos que menos nos tuvieron en cuenta. Pero no nos quedamos en eso, porque también llevamos 15 años planteando una alternativa para nuestra vida y economía, que es la iniciativa popular para la creación del Área Natural Protegida Uspallata-Polvaredas, proyecto que estos mismos intereses han denostado y tienen cajoneado en la Legislatura de Mendoza".
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