Comienza a preocupar en los analistas de la educación la lenta crisis que viven las carreras de pedagogías y el trabajo docente. Se proyecta que para el 2030el déficit de docentes para el sistema será de 33 mil puestos de trabajo. Las principales causas son de dos tipos: de agobio laboral y segregación en la selección universitaria. Por una parte el trabajo docente hoy por hoy presenta salarios poco atractivos, sobrecarga de trabajo, exceso de burocracia, conflictos de salud mental derivados de contextos educacionales adversos. Y también las carreras de pedagogía tienen exigencias de entrada que impide que cualquier estudiante o trabajador, independiente de su edad o condición, pueda estudiar pedagogía haciendo la carrera más elitista que en el siglo pasado.

Para ser concretos, una encuesta realizada a 2500 profesores de todo Chile a cargo del Colegio de Profesores arrojó que un 57% experimenta desgaste extremo producto de estrés laboral prolongado. Son muchas las exigencias que tiene un docente en estos tiempos. Según Sebastián Donoso, Doctor en Educación y columnista de CIPER "el prematuro abandono de las profesión docente evidencia un problema severo de formación y adecuación de su desempeño ante nuevas e imprevistas situaciones complejas y desconocidas en la academia, pero conocidas en el campo laboral". También el autor suma que "el currículo de formación se ha organizadgo pensando más en el siglo XX" y este es además "enciclopedista y segmentado".

¿Por qué el modelo no promueve la expansión de la carrera docente?

Sin duda la formación es fundamental pero el modelo mismo es el que explica tanto el fenómeno interno (adversidad laboral) como externo (la formación universitaria) de crisis de las pedagogías. En Chile la educación no es un derecho social es un bien de mercado que debe ser garantizado por los recursos particulares de cada familia. El Estado financia y subsidia a todo aquel que no puede autofinanciarse la educación escolar o universitaria y no planifica los estudios según la necesidad social de sus comunidades educativas. Por eso hay escasez de profesores en regiones y que entren muy pocos estudiantes de sectores obreros a carreras de pedagogía.

En 2024 por primera vez el sistema arrojó una cifra considerable de falta de matriculas en el sector público. Derivado de la lógica de "gasto cero" en educación (propio de un modelo de mercado que hace que el Estado reduzca su financiamiento a lo público) en Chile no se construyen aulas ni multi-canchas. No se construyen Escuela o Liceos hace décadas y el sistema más bien desea que la matricula se fuge al sector particular pagado o particular subvencionado.

Sin duda deben ser las comunidades educativas las que deben controlar el proceso educativo y las directrices del sistema educativo. También es necesario romper todas las barreras que impiden que cualquier estudiante o trabajadores estudie pedagogía cuando los procesos educacionales vigentes lo piden. Es decir hay que aumentar los docentes por aula, reducir la cantidad de estudiantes por aula, ampliar la educación tanto técnica como científico humanista para que los estudiantes desarrollen todo su potencial. Es decir romper la lógica irracional del capitalismo chileno que provoca la caída de las pedagogías.

Delincuenciar la educación y la política: una receta venenosa

Curiosamente este tema no ha sido relevante para los políticos del gobierno y la derecha. Ni del Colegio de Profesores. Últimamente la moda política versa sobre los problema de convivencia escolar y la única salida punitivista: aumentar la aplicación de protocolos y con ello aumentar los poderes autoritarios en la educación. Se piensa que los problemas de violencia escolar se erradicarán con reglamentos claros y mayores atribuciones para expulsar a estudiantes o apoderados de sus comunidades educativas cuando estos se ena sujetos de violencia. Se trata de una política anti pedagógica, que se centra en la fría regla del orden mientras la crisis educacional sigue exactamente igual. Es hora de tener otro programa, uno que defienda a los estudiantes y sus familias y resuelva la crisis fortaleciendo la educación pública con recursos públicos acorde a las necesidades y no a las migajas que nos quieran dar, dando el control a las comunidades tanto local como nacionalmente.