“Este gobierno, en el año 2025, debe reducir al menos 3 mil millones de dólares, y después nosotros cortaremos 6 mil millones de dólares adicionales”, señaló la candidata de Chile Vamos. Este anuncio se da en un contexto internacional donde se están realizando importantes ataques a los funcionarios publicos y a los planes estatales que garantizan derechos básicos a gran parte de la población trabajadora.

En Argentina, Milei ganó las elecciones con la consigna “no hay plata” y, con su plan "motosierra", redujo el gasto público en un 30%, según cálculos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Como resultado, más del 50% de la población vive por debajo de la línea de pobreza.

En EE.UU., el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por el multimillonario Elon Musk, ha comenzado sus planes de "austeridad", anunciando 6.000 despidos en la agencia federal de recaudación de impuestos. Esto representa cerca del 6% del total de los empleados de la agencia.

En este contexto, no sorprenden las declaraciones de Matthei. De hecho, su historial como alcaldesa respalda sus futuros planes. “En Providencia, yo me encerré tres meses y comencé a cortar todos los gastos que no eran absolutamente necesarios”, afirmó también en su cuenta de Instagram. Lo que la candidata presidencial omite es que, bajo la excusa de la eficiencia y la austeridad, sus políticas tienen un impacto devastador sobre la clase trabajadora y los sectores más vulnerables.

Concretamente, durante la administración de Mathey como exalcaldesa de Providencia, algunos de los gastos que consideró “innecesarios” incluyeron:

° Eliminación de la Dirección de Cultura de la municipalidad, lo que afectó a los programas culturales y artísticos en la comuna.

° Reducción de personal en la Dirección de Educación, lo que perjudicó los programas de apoyo educativo y las actividades extracurriculares en las escuelas municipales.

° Eliminación de subsidios para organizaciones comunitarias y sociales, lo que afectó a grupos vulnerables como adultos mayores, niños y personas con discapacidad.

La política de austeridad que Matthei implementó en la comuna de Providencia ahora busca ser ejecutada en una eventual administración del poder ejecutivo para repetir el mismo resultado: la precarización de los derechos básicos de los trabajadores y del pueblo.

Está claro que su discurso oculta las mismas intenciones que los gobiernos de Trump y Milei. En el fondo, buscan proteger y seguir enriqueciendo a los empresarios a través de la administración del Estado.

Es urgente que nos organicemos de manera independiente a los empresarios y sus partidos tradicionales. Estas condiciones continuarán mientras no seamos capaces de construir una fuerza anticapitalista que defienda los intereses de la clase trabajadora y de los sectores oprimidos, y que sea capaz de enfrentar estos ataques de la derecha.