La reunión que tuvo lugar este viernes 28 de febrero en la Oficina Oval entre los presidentes de EE. UU. y Ucrania fue verdaderamente histórica. Transformada rápidamente en una discusión a los gritos entre los mandatarios de dos países aliados en medio de una guerra que ya lleva 3 años y cientos de miles de muertos, es parte del giro que viene protagonizando Trump en la política exterior norteamericana. En este dossier presentamos tres notas publicadas en Ideas de Izquierda y La Izquierda Diario, donde se analiza este giro, así como las consecuencias de la guerra y los interrogantes que dejó planteados la fallida reunión del pasado viernes en la Casa Blanca.

En las primeras cuatro semanas como presidente, Donald Trump dio un giro copernicano en la política exterior de Estados Unidos. En el contexto de este cambio de paradigma se inscribe la aceleración política de la Casa Blanca para poner fin a la guerra de Ucrania, lo que junto con la estabilización reaccionaria en el Medio Oriente son sus dos prioridades geopolíticas más urgentes. En un abrir y cerrar de ojos Estados Unidos pasó de la estrategia de Joe Biden de armar a Ucrania y alinear a los aliados occidentales de la UE-OTAN en una guerra proxy para debilitar a Rusia, a iniciar una negociación de cese del fuego directamente con Vladimir Putin, dejando afuera de la mesa a quienes hasta ayer nomás compartían el bando militar: las potencias europeas y el presidente ucraniano Volodymyr Zelenski. Este cambio de paradigma es analizado por Claudia Cinatti en artículo Giro de Estados Unidos en Ucrania: de la guerra proxy al reparto del botín que puede leerse aquí:

En este contexto el pasado viernes Trump arrastró a Zelensky por el barro delante de todo el mundo. La humillación y la arrogancia forman parte del ADN del imperialismo. Y no perdona ni a sus sirvientes más cercanos, sobre todo cuando parecen demasiado cómodos.

Se suponía que la reunión entre ambos mandatarios iba a marcar un importante momento de distensión tras varios días de intercambios picantes: el presidente ucraniano iba a firmar un acuerdo con su homólogo estadounidense sobre el saqueo imperialista de los recursos naturales de Ucrania y la colonización de facto del país a cambio de la ayuda prestada por Estados Unidos durante la guerra. Pero algo salió mal. En Guerra de Ucrania. Trump-Zelensky: una humillación y lecciones para la lucha antiimperialista, Philippe Alcoy analiza los interrogantes y algunas conclusiones que dejó planteada aquella reunión. Puede leerse aquí:

Trump, Putin y las potencias europeas pugnan por repartirse el botín de Ucrania, entre ellos los beneficios de la explotación de diversos recursos minerales, entre los cuales se destacan algunas tierras raras que posee Ucrania. Pero ¿Cuál es el estado de situación de la economía en Ucrania luego de la guerra reaccionaria que lleva 3 años? ¿Y cuál es el estado de la economía rusa? A estas preguntas busca responder el análisis del economista marxista británico Michael Roberts en su artículo La guerra entre Rusia y Ucrania: tres años después que fue reproducido esta semana en La Izquierda Diario como tribuna abierta y puede leerse aquí: