Miguel López
| Diputado provincial PTS-FITU
Libertador Gral. San Martín-Ledesma
Ledesma SAAI con los 165 despidos para disciplinar al sindicato, que le reclama actualización salarial, con su objetivo de contratar en cuenta de los despedidos a tercerizados y eventuales para abaratar costos, no afecta solo a los obreros despedidos, sino a familias y a comunidades que viven del dinero circulante que dejan las proles azucareras en comercios y servicios.
El argumento de Ledesma Sociedad Anónima Agro Industrial sobre que los despidos son por supuestas "pérdidas" económicas, se demostró falso, porque la misma empresa que se queja de dichas pérdidas, declaró ganancias netas de $39.160 millones en mediados de 2024 y en los últimos 4 meses del mismo año ganó $4.515 millones más, invirtió por 6 millones de dólares en una fábrica de vajillas biodegradables y otros 6 millones en un nuevo trapiche, hizo récord de exportación en azúcar y jugos concentrados, y se vio beneficiada por la reducción de retenciones a los exportadores del campo que decretó la presidencia de Milei.
Los 165 despidos arbitrarios e intempestivos en lo inmediato tienen el objetivo patronal de disciplinar y amedrentar al Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma-SOEAIL- que a través de su directiva y cuerpo de delegados estaba solicitando el cumplimiento de la cláusula de revisión de paritarias 2024, ya que el básico está en $ 400.000 y la tira final está en $ 800.000, mientras la canasta básica total para no caer en la pobreza está en $ 1.033.716 y los obreros bajo el convenio FOTIA en mayo 2025 estarán llegando a un básico de $ 716.000. Más profundamente, la patronal busca imponer un cambio de normas laborales avanzando en una mayor precarización del empleo, aplicando por la vía de los hechos la contrarreforma laboral que contiene la Ley Bases de Milei y sus socios del Pro, UCR y sectores del PJ, porque a los despedidos del campo azucarero y vigilancia buscan reemplazarlo empleando obreros fichados como eventuales o por empresas tercerizadas para "abaratar costos y gastos laborales" al decir del gerente general de Ledesma SAAI, Javier Goñi.
Los que sí pierden con los 165 despidos que lanzó la empresa Ledesma, propiedad de la vigésima cuarta familia más rica del país según la revista Forbes, los Blaquier-Arrieta, son las 165 familias obreras, que ante estas desvinculaciones intempestivas y arbitrarias, pierden de un ingreso para poder subsistir y también pierde todo el sector terciario de la economía regional, comercios y servicios, que viven del dinero que dejan estas familias obreras cuando consumen comprando en despensas, verdulerías, carnicerías, comedores, librerías, tiendas y ferias de las localidades de gran parte del departamento de Ledesma y de una porción del departamento Santa Bárbara. Lo que en total afectaría a una población de alrededor de 105.000 habitantes de las Yungas y Chaco de Jujuy, ya que las localidades afectadas por los despedidos en el departamento de Ledesma, Libertador, Calilegua, Fraile Pintado y Caimancito, tienen un total de 95.000 habitantes y las localidades del departamento Santa Bárbara afectadas por los despidos tienen una población de 10.000 habitantes, si contamos los 6.000 pobladores de El Talar y los 4.000 habitantes de El Piquete.
Por el contrario, los dueños de la empresa Ledesma SAAI no gastan ni un peso de sus ganancias en la economía local, ni tributan canon o tasas en los municipios de los departamentos Ledesma y Santa Bárbara. Ellos la gastan en sus mansiones de Buenos Aires, lujos, bienes suntuosos, como colecciones de obras de artes, yates anclados en Punta del Este o giran gran parte de sus millones a paraísos fiscales, para no declararlos ni tributar lo que les correspondería en el país.
Este ataque a los obreros, sus familias y comunidades en el Ingenio Ledesma se da en simultáneo con 24 despidos en Ingenio Tabacal, que afecta a la población de Yrigoyen-Departamento de Orán-Salta, que queda a poco más de 100 km. del Ingenio Ledesma. Enterados de los despidos hicieron de inmediato asamblea, fueron al paro y luego al corte, y actualmente se encuentran en conciliación obligatoria. Si entre patronales azucareras coordinan para afectarnos a los pueblos, solo por saciar su mayor sed de lucro y ganancia, entre trabajadores, familias azucareras y comunidades también tenemos que luchar en coordinación y simultáneamente en Ledesma-Jujuy y en Orán-Salta por la reincorporación de los despedidos.
Hagamos de la lucha por la reincorporación al Ingenio Ledesma una causa popular que una la fuerza de los despedidos, sus familias azucareras, el conjunto de afiliados al SOEAIL-Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma- a los demás sindicatos -como los docentes que están en lucha por aumento salarial- y organizaciones sociales, y la comunidad de los pueblos Ingenios del Ramal, porque si afectan a obreros y sus familias nos están afectando a toda la comunidad, que se dinamiza de lo que dejan en su economía las familias de los trabajadores de Ledesma y empleados estatales y municipales centralmente. La movilización y olla popular del monumento al zafrero hasta la administración del ingenio azucarero fue un primer paso en esa unidad de obreros, familias, demás sindicatos y organizaciones sociales solidarias, y comunidades. Vamos por más, que la unidad hace la fuerza para torcer la voluntad del brazo explotador y opresor.
