Como venimos informando en las últimas semanas, una parte de la plantilla de Eulen, empresa que tenía hasta ahora la concesión del servicio de telemarketing de Endesa, se mantiene en huelga por la no aceptación de un expediente de regulación de empleo (ERE), que pretendía dejar en el paro a más de 300 empleados.
Esta mañana se han concentrado los que aún mantienen la huelga a las puertas de Atento, la nueva empresa que ha logrado la licitación del servicio en detrimento de Eulen, y se da la paradoja de que mientras algunos huelguistas comienzan en la nueva empresa -en situación de huelga-, el resto ha decidido no aceptar las condiciones ofrecidas por Atento por precarizar aún más las que tiene el sector.
Atento, según el artículo 18 del convenio, tiene la obligación de subrogar al 90% de la plantilla de Eulen, pero esto referido solamente al número de empleados que considera necesitar. Es decir, si considera que para el servicio necesita a 100 personas, solo está obligada a aceptar a 90, el resto hasta 344 quedan en desamparo y por tanto despedidos.
A los afiliados de las centrales sindicales no convocantes del paro y que ya habían aceptado el cambio, se suman algunos huelguistas que han aceptado las nuevas condiciones que propone Atento, que evidentemente son a la baja, con turnos partidos, jornadas completas a quien no las necesita, horarios de noche y salarios precarizados. Estos previsiblemente comenzarán a partir de la semana próxima, pero otros han decidido no aceptarlas, mantener la huelga y esperar a la resolución judicial interpuesta.
Todo ello de nuevo ante la pasividad y beneplácito de los sindicatos mayoritarios, que en lugar de luchar por mantener la unidad de todos los trabajadores, han vuelto a jugar el papel de comparsas, aceptando todo lo que la patronal propone. Lo que no dicen y todos sospechan es que Atento está contratando a personal externo para este servicio y probablemente utilice a los subrogados para la formación de los nuevos y una vez logrado tal objetivo, sobren.
Si esto llega a suceder vendrán después las lamentaciones, pero ya será tarde. ¿Cómo podrá defenderse a alguien que lleva 3 meses trabajando en Atento y que ha perdido todos sus derechos con el cambio? ¿Quién va dar la cara por ellos? ¿Los sindicatos que han contribuido a este juego?
Desde aquí queremos dar todo el apoyo a aquellos que mantienen su lucha, enfrentándose a las direcciones sindicales mayoritarias entregadas al capital que actúan como muro de contención de cualquier intento de movilización. |