El miércoles 16 hubo actos en casi todas las capitales del país, que reunieron algunos miles en cada capital y en algunas ciudades importantes. El mayor fue el de San Pablo, con 55.000 según Datafolha, 70.000 según el MTST y 100.000 según la CUT.
Las organizaciones de mayor peso en el acto fueron la CUT, CTB, MST, MTST y UNE. Sectores del PSOL ligados principalmente a la mayoría del partido, la Intersindical y Unidad Socialista, también participaron del acto, además de que figuras centrales del partido convocaron al acto en San Pablo por las redes sociales, como Luciana Genro, Jean Wyllys, Ivan Valente, entre otros.
La movilización fue esencialmente de los aparatos sindicales, estudiantiles y de los movimientos populares, además de un sector minoritario de la vieja guardia petista de trabajadores estatales. Se destacaba la poca presencia de la juventud.
Los ejes formales de la convocatoria fueron contra el Impeachment, por "Fora Cunha" (que se vaya Eduardo Cunha, el actual presidente de la Cámara de Diputados, del PMDB e impulsor de la destitución) y por cambios en la política económica del gobierno. Pero lo que prevaleció en los actos, sin ninguna duda, fueron las banderas con el nombre y rostro de Dilma, los stickers y lienzos de "que se quede Dilma". El carácter de defensa del gobierno de las manifestaciones fue indiscutible.
En comparación con las manifestaciones de Agosto de este año, mientras que las acciones pro impeachment disminuyeron significativamente, las marchas en defensa del gobierno mantuvieron su tamaño, lo que significa un fortalecimiento relativo del gobierno. Esto se expresó en el hecho de que en San Pablo se hayan reunido ayer más personas que en el acto a favor del impeachment del último domingo. Al mismo tiempo los actos de ayer fueron más abiertamente en defensa del gobierno, y las críticas al ajuste fiscal fueron aún más marginales que en las de agosto.
Marcelo Pablito, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de San Pablo (Sintusp) y militante del MRT dijo a Esquerda Diário: "El carácter marcadamente oficialista y de defensa de Dilma de las manifestaciones muestra el error de participar de estos actos. Lo poco que se habló sobre la lucha contra los ajustes fue una formalidad. Sin duda, el gobierno federal está hoy conmemorando los actos y de ninguna manera preocupado con las manifestaciones, porque sabe que son totalmente inofensivas y no son parte de ningún plan de lucha contra los ajustes, buscando en realidad oxigenar al PT detrás de la ’lucha contra el golpe’. El gobierno y el PT están buscando una operación para impedir que surja un tercer campo independiente, tanto de la derecha como del gobierno. Este campo tiene que ser construido en la lucha de clases concreta contra los ajustes. Es un absurdo el peso del aparato que todas estas centrales y movimientos colocan para defender a Dilma, mientras no hacen ni siquiera una manifestación contra los despidos que tienen rienda suelta por el país, ni contra alguna medida concreta de los ajustes que el gobierno de Dilma viene aprobando. Esta es la tarea que tenemos por delante, batallar por una política que no quede del lado del impeachment ni en el de ’Que se quede Dilma’, pero también que no entre en el engaño de las elecciones generales. Para nosotros, la situación exige una respuesta más de fondo, comenzando por cuestionar esta democracia degradada y convocando a una Asamblea Constituyente impuesta por la fuerza de la movilización independiente de los trabajadores". |