Después de la brutal represión el ministro de Trabajo dijo que “el Gobierno no va a abandonar” a los obreros y ofreció bolsones de comida y $ 6 mil para cada uno en enero.

Minutos antes de las 21 el ministro de Trabajo Jorge Triaca realizó una conferencia de prensa junto a Cristian Villalba, uno de los delegados de los trabajadores de Cresta Roja.

La reunión en la sede del Ministerio se produjo poco después de que la jueza Valeria Pérez Casado, del Juzgado en lo Comercial n°36, secretaría 18, decretara la quiebra de la empresa, dando por terminado el proceso judicial al no existir “propuesta de salvataje” por parte de los empresarios del Grupo Rasic. En ese sentido la jueza confirmó que continuará la sindicatura estatal que viene siguiendo el caso, mientras se inicia un proceso de liquidación de activos que tendrá como propósito retomar la actividad y resguardar las fuentes de trabajo de la segunda avícola más importante del país.

“La jueza decretó la quiebra y nosotros vamos a darle curso a las medidas que dictó”, anunció Triaca a la prensa luego de la reunión. E informó que el Ministerio, que ya “ha otorgado dinero a los trabajadores por medio del programa REPRO”, se compromete a abonarles una suma de alrededor de $6 mil a cada uno “para el mes de enero”. Y mostrándose “comprensivo” con la situación de los obreros a los que su propio gobierno acababa de balear con cartuchos de goma y castigar con carros hiddrantes en la Autopista Richieri, anunció que para las fiestas les darán “bolsones” de comida para ellos y sus familias.

A su vez informó que la situación de los trabajadores y las tareas que le fijó la jueza Pérez Casado al gobierno en el proceso de quiebra, estarán coordinadas entre las áreas de Cultura, Producción, Trabajo y Seguridad del Poder Ejecutivo.

El ministro dijo que la administración “ya no está en manos de Racic” y que la jueza le pidió al gobierno que “haga el esfuerzo de acompañar este proceso con los recursos que tenemos”. Sobre la posibilidad de que un nuevo grupo empresario se haga cargo de la empresa, Triaca dijo que “todavía no hay ofertas concretas aunque hay muchos interesados que se acercaron a consultar”.

Como si su propio gobierno no hubiera desatado una feroz represión horas antes sobre los mismos trabajadores, el ministro dijo sin ruborizarse que “entendemos que es una circunstancia de mucho sufrimiento para los trabajadores y vamos a respetar el fallo de la justicia”. Finalmente agregó que “Les pedimos (a los trabajadores) que hagan todo lo posible para encontrarle, con paz, una solución a este conflicto. Tenemos en claro que un reclamo o petición no hace falta que se haga cortando la ruta, esta es una situación heredada y una mala gestión por parte de los empresarios. Somos un gobierno de diálogo y queremos solucionar este tema”.

Al lado del ministro estaba el delegado de los trabajadores de Cresta Roja, Cristian Villalba, quien frente a los micrófonos manifestó que “vamos a acercarnos a la ruta a comunicar el tema de la quiebra con los compañeros. El compromiso del Ministerio, tanto de Nación como de Provincia, es no abandonarnos y tomar las mejores medidas posibles para solucionar este conflicto. Estamos predispuestos y apelamos a que la ayuda sea como se comprometieron”.

En ese sentido el trabajador dijo que espera novedades sobre “un nuevo comprador y que la emrpesa siga dando un servicio en el área del campo”. Y aclaró que él y los demás delegados son “interlocutores y representantes de nuestros compañeros. Venimos poniéndole el pecho. Veníamos esperando otra respuesta pero esta es medianamente favorable. Comienza un nuevo camino”.

Tras la reunión, los delegados se dirigen a Ezeiza, donde a la vera de a Autopista Richieri, frente al Aeropuerto Internacional, espera el resto de los trabajadores para resolver los pasos a seguir.