En la asamblea realizada el pasado 3 febrero en las Cotxeras de Sants a la que no acudió ningún representante del llamado “tridente” (CCOO, UGT, SIT), los trabajadores y trabajadoras de autobuses de Barcelona decidieron en votación abierta y a mano alzada la convocatoria de paros intermitentes durante la semana del 15 al 19 de febrero.
El “tridente” no secundó la convocatoria de huelga y unos días antes del comienzo de tales movilizaciones llegó a un preacuerdo con la empresa que informaron en los centros de trabajo. Al mismo tiempo que difundían la consigna del miedo contra aquellos que defienden los paros.
Según declaraciones en Radio Rosko de Ramiro y Mercader, miembros del Comité de huelga, este preacuerdo no presenta prácticamente ninguna mejora sobre el anterior que ya fué rechazado por la plantilla. Puesto que no contempla ninguna de las reivindicaciones pendientes: descansos, jornadas partidas, puntos de relevo, entre otros. Y sospechan que este preacuerdo ya estaba pactado cuando fue presentado, puesto que enseguida vio el visto bueno de los sindicatos que no secundan la huelga.
En estas mismas declaraciones ambos miembros del Comité de huelga, hacen una valoración muy positiva con un paro mayoritario en dos de los centros de trabajo, y en los otros dos con una previsión mayor a la esperada.
Para la semana siguiente y sin determinar aún fecha, CCOO convocará a sus afiliados para someter el preacuerdo a la asamblea, mientras tanto los paros convocados por los sindicatos alternativos a los burócratas continuarán. |