Bajo las consignas “¡Acosadores fuera de la U! ¡Ryder Chuquimia Fuera de la U!”, cientos de estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación marcharon este lunes 14 de marzo, en repudio al acoso sexual y amedrentamiento dentro de las Universidades.

La marcha fue realizada en cumplimiento a las resoluciones que tomó la Asamblea de esta Facultad, el pasado miércoles 9 de marzo, cuando en masiva concurrencia el estudiantado aprobó el pleno respaldo a una estudiante de base que denunció al docente Ryder Chuquimia por acoso sexual, y a quienes hoy enfrentan cargos por viabilizar esta denunciaen cumplimiento de sus tareas: la primera ejecutiva del Centro de Estudiantes de la Carrera de Ciencias de la Educación, María Isabel Mamani, y la decana de la Facultad, María Eugenia Pareja.

En sus intervenciones, tanto representantes estudiantiles como autoridades de la Facultad repudiaron este hecho y manifestaron que todos los estudiantes están en plena protección frente a cualquier tipo de amedrentamiento por este caso así como en futuras denuncias de acoso. Estudiantes de base de la Corriente Estudiantil Revolucionara “Octubre” y la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas convocaron al conjunto de sus compañeras y compañeros a no permanecer indiferentes y sumarse activamente a las futuras acciones en respaldo a la afectada y denunciantes, así como a participar de la siguiente Asamblea Estudiantil, el jueves 31 de marzo,donde se abordará el balance de éste punto y varios temas de gran importancia para la Facultad y el conjunto de la Universidad, como ser la aprobación manipulada del II Congreso Universitario de la UMSA.

Esta constituye una experiencia inédita pues por primera vez los universitarios se organizan de manera masiva para hacer frente al acoso sexual, un secreto a voces frecuentemente presente en las aulas del país, quedando la gran mayoría de los casos en completa impunidad por intimidación y chantaje, así como por la protección que existe entre camarillas blindadas de poder. Parece avizorarse el inicio de una importante lucha contra el acoso, y más aún por la recuperación de espacios que el estudiantado había perdido a manos de camarillas docente-estudiantiles en la Universidad, y hoy exige retomar en defensa de sus derechos.