Tierra del Fuego es una de las provincias donde más se está sintiendo el ajuste. No sólo se trata de los estatales, docentes y otros gremios que vienen reclamando contra los topes salariales y la reforma de la edad jubilatoria de la kirchnerista Rosana Bertone.
Más de 3000 obreros metalúrgicos vienen sufriendo despidos, suspensiones y otros ataques a sus condiciones laborales. Los empresarios aprovechan la merma en sus ganancias provocadas por la apertura de importaciones, la devaluación y la recesión, para descargar la crisis sobre sus trabajadores.
Uno de esos empresarios aprovechó no sólo la crisis que se viene sintiendo hace varios meses en la industria, sino su pertenencia al grupo de gerentes y empresarios que hoy gobierna el país.
Caputo es el principal accionista del Grupo Mirgor, que fundó en 1983 con Mauricio Macri. El objetivo era, según los estados contables de la empresa, proveer sistemas de climatización para la industria automotriz.
El grupo, uno de los beneficiados de la década ganada, adquirió en 2009 la empresa IATEC. La planta de Río Grande se dedicó a la fabricación de aire acondicionados, celulares Nokia y televisores LG.
A los 300 despidos en IATEC se suman los 258 producidos en Brighstart y el cierre de la empresa Foxman, donde los trabajadores no cobraban sus salarios desde el mes de diciembre.
Ante la bronca en los lugares de trabajo, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) hizo asambleas encabezadas por el secretario general de la seccional, Oscar Martínez. Martínez además es diputado nacional de buena relación con el Frente para la Victoria. Según informó la UOM, los trabajadores elevarán una contrapropuesta a las empresas, impulsando una reducción horaria y salarial para conservar los puestos laborales. Otra forma de que los trabajadores paguen la crisis.
Queda claro que el régimen de promoción industrial fueguino – que sostienen Macri, Caputo y Bertone – promociona las ganancias empresarias a costa del despidos y la precarización de miles de trabajadores. |