Hace 40 años editaban “Ramones”, una obra corta de música simple y letras básicas que dio origen al movimiento más contestatario de la historia de la música, el Punk rock.
Nunca fueron muy populares en Estados Unidos los Ramones, pero irrumpieron en la escena musical de Nueva York en 1974 y arrasaron. Dejaron una huella en la historia de la música. Alcanzaron masividad en lugares como Argentina donde llenaron estadios y uno de cada 5 jóvenes alguna vez vistió una remera de la banda.
Para el ´76 eran un fenómeno local estos cuatro marginales con pinta de pandilleros. Eran los más destacados –por originales- en los recitales del CBGB, boliche que abría sus puertas a bandas nuevas. Eran el mayor contraste a lo que dominaba en la industria musical del momento: música muy complicada y virtuosa, ejecutada por expertos. Los Ramones casi no sabían tocar, eran pura actitud y simpleza, ejemplo de minimalismo sin saberlo (corriente artística que buscaba reducir su expresión a lo mínimo indispensable).
Ninguna discográfica demostraba interés en editarles un disco hasta que el sello Sire aceptó arriesgarse, dándoles poco presupuesto y poco tiempo de estudio: costó 6.400 dólares y demandó una semana de grabación. No necesitaban mucho más.
Dos o tres acordes, guitarra distorsionada y un particular golpe de batería. Eso era lo novedoso y atrapante de su música. Las letras eran muy básicas: lo que quiero y lo que no quiero (“quiero ser tu novio”, “aspirar pegamento”, “no quiero bajar al sótano”, “no quiero caminar con vos”), historias estrambóticas (“Golpeá al pendejo con el bate de béisbol”, “Judy es punk”), retratos de marginalidad (“53rd & 3rd”, punto de encuentro para la prostitución masculina que aparentemente cuenta vivencias del bajista Dee Dee), canciones de desamor (“Listen to my heart”) y un cover de rock clásico como “Let´s dance”.
Tal vez en la apertura y el cierre del disco estén las claves de su éxito: empieza con el grito de guerra “Hey, Ho, Let´s go!” del tema “Blitzkrieg Bop”, título que hace referencia a una táctica militar de ataque relámpago. Una descarga de bronca para una juventud que se sentía sin futuro en esos años. “¿Qué quieren? No lo sé, están apurados y listos para avanzar” canta Joey. Cierra una especie de declaración: “Today your love, tomorrow the world” (Hoy tu amor, mañana el mundo, en la que Johnny Ramone no tiene ningún reparo en expresar sus ideas derechistas).
La imagen que transmitían los Ramones en su disco debut era la de cuatro chicos medio anormales dispuestos a llevarse todo por delante. Demostraban con el ejemplo que era viable la consigna “hacelo vos mismo”. Ante ese mensaje nadie podía sentirse inútil y si eras discriminado por algo, no te importaba.
Ese mensaje esperaba la juventud en la Inglaterra de mitad de los ´70, llena de desocupación y opresión. El disco Ramones apareció el 23 de abril de 1976. Los Sex Pistols que buscaban su identidad encontraron lo que les faltaba, el mensaje directo ayudó a los Clash a aclarar sus ideas, centenares de bandas entendieron que podían “hacerlo ellas mismas” y nació el movimiento Punk, marcadamente político, influido por una filosofía anarquista y por algunas ideas de cambio social y de izquierda, de cuestionamiento al sistema. Los Ramones tenían poco que ver con eso, pero encendieron la mecha.
La juventud argentina de los ´90 era parecida a aquella, con hiperdesocupación, flexibilización laboral y miseria, y quizás por eso se abrazó a bandas como los Ramones, aún sin saber lo que cantaban. Una expresión de bronca y de que pese a todo se puede avanzar. Hoy siguen siendo una de las bandas más populares del país. Todavía dura la huella que dejaron. Hace 40 años cambiaron la historia.
Video: Ramones en 1976 en el histórico club Max´s Kansas City