Fotografía:Martín Cossarini
Decenas de universidades nacionales son, desde hace cuatro semanas, el epicentro de un conflicto educativo que va en ascenso. El gobierno nacional ejecutó un presupuesto que, a estos ritmos, no permitirá llegar a agosto.
Al reclamo por el boleto educativo gratuito que se sintió con fuerza en la CABA, La Plata y el GBA pero que también tuvo expresiones en otras provincias, se suma el conflicto de los docentes universitarios que exigen un aumento salarial con el que recuperar algo del poder adquisitivo perdido con la inflación y los tarifazos.
Mientras el gobierno nacional hace oídos sordos al reclamo, con ayuda de los medios de comunicación que hacen esfuerzos por no darlo a conocer, la bronca crece por abajo. A lo largo del país se multiplican las clases públicas y asambleas, crece la solidaridad entre docentes y estudiantes y este jueves 12/5 convocan a movilizar en una gran marcha educativa al Ministerio de Educación de la Nación.
Hasta los rectores y decanos de las universidades nacionales y provinciales salieron a admitir que tal como vienen las cosas, el dinero destinado a las casas de estudio no alcanza ni para pagar la luz. Algunas autoridades, tratando de pasar el mal rato con humor, encabezaron campañas y pedidos de “apagar la luz”.
El presupuesto 2016 es de $51.946.796.000, tal como detalla el artículo 12 de la ley 27198, para financiar los “gastos de funcionamiento, inversión y programas especiales de las universidades nacionales”. Al mismo tiempo, el presupuesto destina en forma adicional $3200.000.000, a ejecutar en áreas específicas (ver nota aparte). Este presupuesto total, que no llega a los 55.000 millones de pesos, representa sólo el 3,5% del total de gastos (corrientes y de capital) del Estado.
Pero como si fuera poco, es la mitad de lo que se destina al pago de los intereses la deuda pública que, mayormente, va a los especuladores financieros. Incluso en los últimos días, se dio a conocer una ampliación del presupuesto para el Ministerio de Seguridad de $ 1676 millones, lo que significa un aumento de fondos del 88%.
Por eso, lo primero que da cuenta el conflicto educativo en curso, es que la educación superior atraviesa una crisis presupuestaria muy grave, cuya solución no vendrá de Cambiemos. Incluso con pequeñas sumas adicionales, como los 500 millones de pesos que el presidente Macri anunció junto al ministro Bullrich días atrás, no podrán ni maquillar este problema educativo que, en última instancia, responde al proyecto de universidad hacia el que pretende avanzar el PRO.
En varias universidades, la respuesta por parte de las autoridades kirchneristas al ajuste es implementarlo y resolver lo inmediato sobre la marcha. Como en la Universidad Nacional de Comahue (Neuquén), donde pretenden cerrar la carrera de Trabajo Social. O la Universidad Nacional de la Matanza, en la que el rector alineado al FpV, despidió a 150 estudiantes y profesionales de la UNLaM que trabajaban en convenio con el Ministerio de Desarrollo; o en UNLu y UNCuyo donde hubo recortes de becas.
La crítica situación de los docentes de la educación superior
El plan de lucha de los docentes universitarios frente a la paritaria que comenzó a fines de Marzo cursa ya su sexta semana. Por primera vez, el reclamo conjunto hará coincidir a todos los gremios docentes (CONADUH, CONADU, UDA, CTERA FAGDUT, FEDUN) en la movilización educativa del próximo Jueves 12, en el marco del plan de lucha.
La oferta del gobierno, luego de seis reuniones, se mantiene en el 31,6%, dividido en tres cuotas a cobrar en 10 meses (ver abajo). Los docentes piden un 45%, que es la recomposición salarial producto de la inflación. La paritaria del año pasado negociada por CONADU, alineada al gobierno de Cristina, acataba un congelamiento salarial de 18 meses, hasta junio de este año.
Es que esa fue la política de CONADU bajo el kirchnerismo, avalando paritarias a la baja y aceptando la precarización laboral de miles de docentes ad-honorem. Por tomar sólo el ejemplo de la UBA, el 30% de los más de 46 mil docentes tienen estabilidad laboral por concurso; casi el 70% de las designaciones rondan los $2700; y a eso hay que sumar cerca de 10 mil ad honorem, que son los que se cargan cotidianamente la educación universitaria. En las nuevas universidades del conurbano, en lugar de ad-honorem, se trata de contrataciones precarias.
De esto no hablaron ni hablan muchos de los gremios alineados al kirchnerismo. Hoy, parte del reclamo también es el cumplimiento del Convenio Colectivo de Trabajo que garantice que el trabajo docente debe ser pago.
Por un gran movimiento de lucha para imponer la emergencia educativa
Frente al ajuste que toca a las puertas de la universidad, comenzamos a ver en las últimas semanas muestras de lo que podría significar la salida a las calles del movimiento estudiantil.
La participación estudiantil va en ascenso. Al principio, con las marchas y cortes zonales en reclamo del boleto educativo gratuito; desde hace dos semanas, junto a los docentes de las clases públicas; en varias facultades, con asambleas cada vez más grandes. En el día de ayer, fue la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA la que rompió el cerco mediático con un corte importante en Puan y Rivadavia, en el marco de la toma que votaron los estudiantes.
Ayer en varias facultades de la UBA los estudiantes replicaron el ejemplo y por la tarde, las clases se realizaron en las avenidas principales.
Dentro de los sectores que vienen impulsando las medidas de acción, la Juventud del PTS - Frente de Izquierda propone desarrollar un gran movimiento de lucha que nacionalmente pelee porque se declare la emergencia educativa, como vía para conquistar un aumento salarial del 45% para los docentes, el boleto educativo gratuito nacional, rentas para los docentes ad honorem y estabilidad laboral y la mejora en las condiciones edilicias.
La plata se puede destinar pero es necesario atacar las ganancias de las grandes empresas para obtener los recursos. Esas empresas que durante años recibieron (y aun reciben) subsidios millonarios.
Este jueves 12 a las 16:30 en Plaza Houssey (CABA) es la convocatoria de los gremios docentes y asambleas estudiantiles. Se impone una cita de honor para transformar la movilización al Palacio Pizzurno y a la Plaza de Mayo en el primer escalón de un plan de lucha que unifique a estudiantes, docentes y no docentes por la defensa de la educación pública, gratuita y de calidad al servicio del pueblo trabajador. Se impone la necesidad de preparar una jornada nacional de lucha por la educación pública, que llegue a cada facultad y cada colegio en todo el país.
Una oferta pobre
La oferta del gobierno a los docentes universitarios, luego de seis reuniones, se mantiene en el 31,6%, dividido en tres cuotas a cobrar en 10 meses:
Un 15% en mayo y un 1% por recomposición del Nomenclador, un aumento del plus por título de posgrado de un 2% en julio.
Un nuevo aumento del 5% en octubre
Un 11% en diciembre.
Una oferta que, con razón, los docentes rechazan.
Ver: Un presupuesto que es la mitad de lo que se destina a deuda pública |