Fotografia: rionegro.com.ar / Mauro Pérez
Una convocatoria por el estilo puede tener mucho eco en estos momentos, ya que en distintas ciudades de la Patagonia ha habido marchas espontáneas en respuesta a tan brutales ataques a la economía de la clase trabajadora; esto se suma a las durísimas luchas de Tierra del Fuego, con más de 80 días de paro y lucha o Santa Cruz con plan de lucha desde hace semanas contra los ataques previsionales y salariales.
El aumento de la tarifa de gas puso en jaque a las familias de trabajadores y trabajadoras de Neuquén, a las fábricas recuperadas emblemáticas de la zona, como Zanon y hasta las escuelas de gestión social como “Nuestra señora de la Guardia” que anunció que tendrá que cerrar por no poder pagar las abultadísimas facturas de luz y gas.
La marcha llamada por la conducción de CTA (ATE y ATEN) sin ninguna medida de acción directa es un intento de reubicarse frente a la creciente bronca por parte de los y las trabajadoras pero garantizándole la continuidad de la paz social al gobierno de Gutierrez y por ende al de Macri.
Las razones esgrimidas por Carlos Quintriqueo, secretario general de la CTA y Pablo Grison, secretario adjunto, diciendo que “este reclamo excede lo sindical para transformarse en uno de carácter social”no son incorrectas, pero escindir el carácter del reclamo de los métodos de reclamo y lucha por excelencia de la clase trabajadora: el paro y la movilización no es un recurso casual.
Haciendo esto los dirigentes de ate/aten y CTA intentan borrar la propia historia de nuestras organizaciones sindicales que jugaron un rol muy importante llamando a parar contra la impunidad en los casos de “gatillo fácil” de Brian Hernández o Willy Gutierrez e incluso en 2013 cuando hubo un gran paro provincial de la CTA contra el acuerdo secreto entre YPF y Chevron.
Desde este punto de vista se pretende anular la potencialidad que tienen las organizaciones de trabajadores y trabajadoras, para intervenir sobre la realidad política y social, mostrando el camino para parar la mano a los gobiernos ajustadores.
Por el estado de situación cada vez más acuciante para la clase trabajadora se hace necesario un plan de lucha unificado de todos los sindicatos de la provincia, tomando el ejemplo de Tierra del Fuego, contra el ajuste y los tarifazos. Un plan de lucha construido desde las asambleas de base. |