Para este 3J, entre otras iniciativas, ha realizado una convocatoria que movilizó a decenas de ilustradores de todo el país. Desde LID dialogamos con él para que nos cuente sobre esto y sobre su compromiso desde su trabajo.
Convocaste desde tu cuenta de Facebook a todos los artistas gráficos a sumarse a dibujar para la marcha del 3J, ¿cómo surgió esta idea?
Luis Paredes: El año pasado ya había participado con unas ilustraciones y luego de ver lo impresionante que fue la marcha y que todo lo que se pidió quedó en stand by (incluso durante la marcha hubo un femicidio en Corrientes), pensé que había que hacer algo más que sacarse una foto con un dibujo. Primero se me ocurrió la idea de una aplicación para celulares para que las victimas puedan pedir ayuda y luego lo de la convocatoria a amigos ilustradores, que fue como para incentivar a que se hable del tema, tratar de instalarlo.
El pedido movilizó a un montón de gente que respondió con sus dibujos de una manera sentida. Incluso a artistas muy reconocidos como Chanti o “Pito” Campos...
Sí, hasta el momento llegaron más de 60 ilustraciones y espero que sigan sumándose, creo que todos los que participaron lo hicieron espontáneamente y están contentos de que esto se haya viralizado, a mí me gustaría que se involucraran más varones, si bien hay muchos ilustradores participando, la mayoría son mujeres…
Muchos me preguntan por qué participo, si a mí me pasó algo o a un ser querido, y digo no, simplemente porque es un problema que nos involucra a todos. Fundamentalmente no quiero que pasen más femicidios y otra razón es que quiero darles un mensaje a mis hijos desde el hacer y el involucrarse.
Siempre participo de manera independiente, porque me da más libertad que estar sujeto a una agrupación concreta que te dice: nosotros tenemos esta línea, no apoyamos esto o lo otro. Eso lo viví en las reuniones, muchas veces discuten cuestiones muy internas y se deja de lado a las víctimas. Se habla muy poco de las mujeres que en este preciso momento la están pasando mal. En una convocatoria hablaron dos mujeres, una que debía devolver el botón anti pánico a la semana siguiente y la otra dijo, “me queda una semana de hotel y después no se dónde voy a ir a parar” a mí me agarró la desesperación, a ver de qué manera podemos ayudar...
Se te ocurrió hacer una aplicación para celulares para que las victimas pidan ayuda.
Son cosas que se debería hacer cargo el Estado, pero no se hace cargo. Y me parece una situación algo cómoda decir, eso no es de mi incumbencia lo debería hacer otra persona, si no se hace, literalmente estas mujeres mueren, hay que buscar una alternativa. Pero también los gobiernos tienen la responsabilidad de brindar los recursos para que estos problemas se solucionen.
Desde tu experiencia como docente surge la idea de hacer un libro para trabajar la temática de la violencia de género con los chicos
Yo doy clases de arte en una escuela , la John Dewey y tengo alumnos de 3, 4, 5 y 6 años, que están creo en el punto justo, un día estaba trabajando con los varones y les di hojas de color rosa, entonces lo primero que me dijeron -No profe, queremos de otro color, rosa es de nena.
No, rosa es un color más, y a partir de ahí les empecé a dar a los chicos hojas de color rosa y a las chicas hojas celestes y con el tiempo eso quedó y nunca más me lo cuestionaron. Eso me llevó a pensar en una historia contada a través de imágenes sin texto , donde hay una familia y se dan distintas situaciones. Mi hijo Agustín de cinco años, va a colorear los dibujos, este libro está dedicado a sus hermanas, mis hijas, y la historia cuenta como una persona va maltratando a otra y se va transformando en un monstruo. Es una historia accesible para los niños, donde ven situaciones que puedan trasladarse a cosas reales que viven en sus casas y, a lo mejor, sirva para también se hable en la casa. Sin texto, para que ellos que no leen igual puedan entenderlo.
Como los otros libros que edité, este también será bajo la licencia “creative commons”. Voy a hacer tres versiones, una ya terminada, a color, otra en blanco y negro para que los chicos coloreen y la tercera trae entremedio páginas en blanco para que los chicos dibujen situaciones que ellos viven en sus casas. La idea es que lo descarguen las escuelas y que lo puedan trabajar en clase. Así desde chico le enseñás a alguien que la mujer es su par y no un ser a su disposición. Es un trabajo a largo plazo, incorporar estos cambios desde chiquitos.
Tus personajes son criaturas puras, transparentes, y están a su vez metidos siempre en situaciones complejas, duras, creando un contraste interesante.
Es una manera que encontré de decir cosas muy fuertes. Al contrario de las imágenes cargadas de sangre o de dolor explícito, que la gente casi siempre rechaza o niega. Mis dibujos actuarían como un troyano (virus informático), viene un dibujo tiernito pero pega un mazazo con el mensaje. Sobre todo para que los niños que se acercan a los dibujos también se acerquen a temáticas como la mega minería, el problema del agua, del medio ambiente. Me interesa meter el dedo en la llaga en algunas cuestiones para que se abra el juego.
Hablando de posicionamientos, en la última campaña electoral publicaste en tu Facebook no sólo tu posición de no votar a ninguno de los dos candidatos sino que propusiste una boleta simbólica con tus dibujos, causando revuelo entre tus seguidores.
Sí, me gané la “no simpatía” de muchísima gente (risas) que me dijo “Estamos muy dolidos con vos”, pero a su vez muchos me dijeron que tenía argumentos para pensar así. A diferencia de aquellos que se tiraban la pelota unos a otros. Sorprendí a mucha gente que daba por sentado que yo era K. Me decían que un artista no debería tomar posición porque perdés seguidores, perdés clientes. Mis dibujos son políticos, toman partido por algo.
De los dos candidatos me molestaba mucho algo, la nula política ambiental en sus propuestas. Podemos discutir sobre esto o aquello pero si mañana nuestros hijos no tienen agua no vamos a poder discutir nada. |