Rosana Bertone no solo dio la orden de desalojar, sino que dio vía libre para que incendien el acampe y golpeen a las mujeres y hombres que estaban en las carpas. Fue un operativo que no se veía desde la época de la dictadura, dejando a siete personas en el hospital con graves quemaduras.
Unos días antes, un poco más arriba en el mapa, en la Santa Cruz gobernada por otra mujer del kirchnerismo, Alicia Kirchner, las maestras que venían sosteniendo más de 30 días de lucha por un derecho tan mínimo como un salario que alcance para llegar a fin de mes, lo que recibieron como respuesta, fue el intento de amedrentamiento en zonas liberadas para que actúen patotas sindicales.
En Santiago del Estero gobierna otra mujer, “radical k”, Claudia Ledesma Abdala. Allí los docentes, que tienen el salario básico más bajo del país, vienen sufriendo aprietes, ataques constantes y descuentos por luchar.
En la Provincia de Buenos Aires otra mujer, María Eugenia Vidal, también despide, ataca y descuenta. Aunque haya hablado de la violencia de género, del niunamenos, está claro que es cinismo puro.
A ninguna de estas mujeres les interesa saldar las condiciones en que vivimos las mujeres que salimos todos los días a trabajar para vivir con lo justo, que nos atendemos en los hospitales vaciados, que nuestro transporte es el público.
Porque viven en mansiones, con salarios de decenas de miles de pesos, y porque sobre todo, gobiernan para los poderosos y la clase dominante.
Porque el género nos une pero la clase nos divide.
Por eso fuimos miles las trabajadoras, las estudiantes, las que defienden día a día la salud y la educación públicas, las que sufren a diario las dobles cadenas de la explotación y la opresión, las que ganamos las calles el 3 de junio en las principales ciudades del país para gritar nuevamente ¡NiUnaMenos!
Para enfrentar a las y los que nos atacan cuando salimos a luchar, para pelear contra la violencia y los femicidios, para conquistar el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, para acabar con las redes de trata y prostitución, hoy más que nunca, sigamos siendo miles en las calles y transformemos la bronca en organización para conquistar nuestros derecho. |