El asesinato de Adela Maciel se suma al de Marisa Gómez que ocurrió en enero, siendo el segundo femicidio ocurrido en la zona de Lanús en el transcurso de este año y el décimo en los últimos tres años.
No había personas circulando cerca y según las pesquisas la mujer habría mantenido una discusión con el femicida, José Ariel Aranda, quien luego huyó. Instantes más tarde, Maciel fue asistida por vecinos que no lograron reanimarla. El bebé de la mujer fue recibido en el Hospital Evita de Lanús para ser atendido, al que el femicida también propinó ataques. El asesino de Adela fue encontrado y detenido en su domicilio.
Este hecho ocurre apenas tres días después de la gran movilización por #NiUnaMenos, donde decenas de miles de mujeres nuevamente se movilizaron en todo el país manifestándose contra las diferentes formas de violencia hacia las mujeres y contra una de sus caras más brutales: el femicidio.
En Lanús, la única medida tomada por el ex intendente kirchnerista Darío Díaz Pérez y ahora continuada por el intendente del PRO, Néstor Grindetti, constó únicamente de una campaña que habilitó una línea de denuncias para la violencia de género publicitado con un solo cartel ubicado en una pared lateral de la Municipalidad, que luego incluso fue retirado por la actual gestión. Campaña que obviamente jamás llegó a Villa Caraza, Valentín Alsina, Remedios de Escalada, Villa Diamante, Monte Chingolo o Gerli. Campaña que nunca llegó más allá del centro de Lanús. Esta es una muestra más de cómo el FPV y el PRO solo tomaron este reclamo durante la campaña electoral sin implementar políticas serias de erradicación de la violencia de género. |