La luz al final del túnel afrontará una espera más larga. Esa es la conclusión que sale de las opiniones que han brindado diversos analistas durante el día de hoy, conocido el voto mayoritario en Gran Bretaña en favor de dejar la Unión Europea.
Las primeras opiniones sobre las repercusiones económicas mundiales de tal episodio hacen referencia a una (aún menor) tasa de crecimiento mundial. Así afirmaba por ejemplo John Van Reenen de la London School of Economics, quien señaló el efecto “desincentivo” a la inversión por el contexto inmediato de incertidumbre que generó el Brexit.
En tanto Paul Krugman afirmaba que “Es difícil poner un número en los efectos comerciales de salir de la UE, pero va a ser sustancial”. Igualmente, sostuvo que si bien el efecto a corto plazo será el empobrecimiento del país (Gran Bretaña), se mostró escéptico de que este hecho derive en una crisis financiera como la de 2008 abierta con la quiebra de Lehmann Brothers.
“Gran Bretaña es una nación que pide prestado en su propia moneda, no están sujetos a una crisis de balance clásico debido a la devaluación de la moneda -es decir, no es como la Argentina, donde la caída del peso causó estragos con las empresas y los consumidores que se habían endeudado en dólares. Si estaban preocupados de que los temores acerca de Brexit causarían la fuga de capitales y la elevación de las tasas de interés, bueno, no hay señales de eso, en todo caso lo contrario”, señaló Krugman.
Repercusiones en Argentina
En este marco, según Guillermo Nielsen, el ex secretario de Finanzas que ha sido responsable del canje de deuda del 2005, el Brexit “le pega muy mal” a la Argentina. Entrevistado por diario La OnceDiez, el economista del Frente Renovador, sostuvo que “el Gobierno tiene un problema muy serio” puesto que el gobierno está apostando al crecimiento basado en la inversión privado, para lo cual el referéndum británico “le pega muy negativamente”.
En cuanto a la reacción de los mercados, que en el día de hoy se desmoronaron en todo el mundo, Nielsen destacó que “cree que se abre un abanico de posibilidades muy negativas” aunque se manifestó convencido de que “hay una exageración de los mercados sobre el impacto de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea”.
Por su parte, Martín Kanenguiser en La Nación también concluye en base a consultas con expertos que “la lluvia de dólares se demorará todavía más”. A lo que se agregan problemas en el precio de las materias primas que exporta la Argentina y encarecimiento del crédito externo.
Ricardo Arriazu señalaba allí que habrá múltiples efectos económicos. "Bajan las materias primas, pero menos de lo que habían subido las últimas semanas y, además, los argentinos se asustan". Y agregó: "Si el país se ve como un lugar atractivo para las inversiones, algunos fondos de inversión que huyen pueden venir para acá".
El ex viceministro de Economía De la Rúa, Daniel Marx agregó a los efectos mencionados que aumentará la presión sobre el tipo de cambio, y advirtió, que "seguramente habrá un vuelo a la calidad sobre todos los países emergentes y, en un gobierno que intenta buscar financiamiento, esto restringe las posibilidades, sobre todo del sector privado y de la compra de activos públicos desde el exterior".
En relación a los mercados cambiarios, Darío Epstein, de Research for Traders, también indicó que con la mayor debilidad de la libra y el euro, se fortalecerá el dólar. “Va a bajar el precio de las materias primas, así que, por lo que produce el país y por el aumento de la incertidumbre, no nos favorece", indicó.
Sin embargo, el director de Abeceb, Dante Sica, dijo que "en el corto plazo no tendrá impacto en el comercio porque la mayor parte está dirigido a otros países y al conjunto de la Unión Europea. Sí va a tener más impacto en el canal financiero por una mayor volatilidad". Según Sica, "esto llevará a un mundo que se desacelera y menos comercio en términos generales, lo cual se traduce en un castigo a la globalización".
Distinta es la opinión del economista José Siaba Serrate, quién afirmó que "esto libra al Gobierno del problema de atraso cambiario de un plumazo", ya que “la otra vía es por el lado cambiario, con una apreciación del dólar y una mayor aversión al riesgo, habrá un efecto negativo en el precio de las materias primas". Así, el efecto más negativo en su opinión es "si el mercado se cierra demasiado tiempo, porque toda la estrategia actual está basada en la emisión de deuda por parte de las provincias y las empresas".
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