En la reunión que sostuvieron el miércoles Enrique Peña Nieto, Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, y Barack Obama, presidente estadounidense firmaron este acuerdo.
Declararon a la prensa “Estimamos que el desarrollo de los proyectos actuales y futuros, así como de las políticas para lograr la meta, creará miles de empleos limpios y apoyará nuestra visión de una economía de crecimiento limpio”.
Prometen subir del 37% al 50% de generación de electricidad por medio de fuentes limpias a partir de la implementación de innovaciones, proyectos de energía limpia y mayor eficiencia en los sectores energéticos de los tres Estados firmantes.
Este llamado Plan de Acción trilateral está incluido en la Alianza Norteamericana sobre Clima, Energía y Medio Ambiente.
Asimismo, México se sumó al compromiso de reducir las emisiones de metano en los sectores de petróleo y gas, y según las declaraciones oficiales será parte de una estrategia regional en petróleo, gas y manejo de desperdicios.
Parte del compromiso es también reducir las emisiones de vehículos ligeros y pesados.
Cuesta creer en todas estas promesas. Apenas el año pasado, se hizo público el escándalo de Volkswagen por la modificación de los motores diesel para alterar la medición de las emisiones. Aun con el pago de una multa, no es el único caso de alteración de automóviles para evadir controles ambientales que en realidad no son para nada eficientes.
Respecto a las energías “limpias”, se cuentan entre ellas la eólica, la de biomasa, la hidráulica, geotérmica y la solar. Casualmente, según se informa en la página de Pro México, Oaxaca y Veracruz son los estados donde existe mayor número de proyectos y/o emprendimientos de fuentes renovables de energías.
En Oaxaca en particular se ha desarrollado el corredor eólico La Ventosa, que implicó el despojo y el desplazamiento de comunidades enteras para el desarrollo de la energía eólica, y no fue sin resistencia por parte de los pobladores.
Una vez más surgen a la luz los intereses económicos que están detrás del ataque al magisterio y los sectores que lo apoyan en ese estado sureño. Quieren desaparecer la lucha contra la reforma educativa y silenciar el descontento social para que los inversores operen a gusto en la región.
Cabe destacar también que los países que firman estos acuerdo de “energías limpias”, son los que dan vía libre a las transnacionales mineras para que exploren y extraigan recursos minerales a través del fracking, en el caso del gas natural, o que utilicen cianuro y otros sustancias peligrosas para arrancar los metales preciosos de la tierra.
Todo esto a costa de la devastación ambiental, exposición a tóxicos para trabajadores y pobladores de las regiones donde hay explotación minera mediante la monopolización de las fuentes de agua y su posterior contaminación. Nada bueno puede venir de este nuevo acuerdo de estos gobiernos que buscan aplicar acuerdos y reformas que sólo benefician a los empresarios. | 
