En octubre de 2014 los mismos empleados del zoo realizaron una denuncia anónima donde informaban la desesperante situación de los animales allí confinados, indicando que solo recibían alimentos día por medio por falta de presupuesto.
También fallecía la jirafa Lara con tan sólo un año de edad, nacida en cautiverio, y llevada al Zoo de Bubalcó – Río Negro. Al día siguiente de su llegada tuvo un desenlace fatal debido al enorme estrés del viaje y las bajas temperaturas a las que fue expuesta.
También el famoso caso de la orangutana Sandra, declarada persona no humana, puso en evidencia la espesa y absurda burocracia interna de esa institución decadente.
Al finalizar el año 2014 la flamante agrupación SinZoo, liderada por Malala Fontán, organizó el segundo Abrazo al Zoo con una convocatoria multitudinaria, ya habiendo redactado su proyecto de ley llamado Jardín Ecológico, que propone la transformación del Jardín Zoológico en un Jardín Ecológico o Ecoparque, sin exhibición de animales, con la premisa puesta en la no reproducción de animales en cautiverio, la educación en el respeto hacia la ecología, creación de un centro de reahabilitación de fauna autóctona decomisada del tráfico ilegal de especies y la devolución a su medio natural, santuarios o reservas naturales, a aquellos animales que puedan ser reinsertados con el período de readaptación adecuado.
Dicho proyecto, ideado y redactado por el Dr. Gerardo Biglia y el guardaparques Andrei Chetcherbine, contó con el apoyo del legislador Adrián Camps, quien acompañó todo el proceso y presentó él mismo formalmente en la Feria del Libro el 11 de mayo de 2015.
El año 2015 fue signado por varias muertes. Todas ellas como es sabido eran evitables.
En las vacaciones de invierno murieron dos lobos marinos. Uno de ellos producto del sometimiento a las largas jornadas de espectáculos que se realizaban en el sector del acuario, y otro por sobre ingesta de alimentos, debido a que el público asistente es incentivado a alimentarlos sin control alguno, ya que dentro del acuario funciona un negocio de venta de pescado para que el público alimente a los animales.
En octubre falleció Esperanza una de las crías de jirafa nacida en cautiverio con sólo 13 días de vida. Fuentes allegadas informaron que su deceso se produjo por la falta de equipamiento y medicación adecuados del zoo.
En septiembre, comenzaron los problemas gremiales internos, los cuales terminaron con dos paros históricos en donde los empleados denunciaron malos tratos laborales y vaciamiento del mismo.
En diciembre se llevó a cabo el Abrazo al Zoo 2015, el tercero, con la asistencia de más de 3.500 personas, incluyendo personalidades famosas, políticos y una cobertura mediática muy importante. El debate ya estaba instalado en la sociedad, y desde la misma reclamaban a viva voz la necesidad urgente de una transformación en pos de los intereses reales de los animales. Como si se hubiera quebrado un velo espeso, la mirada de la gente respecto al zoo ya no era la de un lugar educativo y de esparcimiento humano, sino que comenzaron a verlo como una cárcel, con los ojos de los animales, y entendiendo que ninguno de ellos deseaba estar privado de su libertad. Consultado el Dr. Gerardo Biglia, este aseguró “La batalla cultural del Zoo ya la ganamos”
100.000 firmas electrónicas, 50.000 firmas manuales, un sueño, un proyecto y tres abrazos
El 23 de junio de este año, el Jefe de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Larreta, anunciaba a la prensa el cierre del Zoo para ser transformado paulatinamente en Ecoparque. Luego de este anuncio otros zoo de Argentina decidieron darle fin a esos centros de explotación, como el denunciado Zoode Yastay en La Rioja y el controvertido Zoo de Mendoza con proyecto propio de reconversión.
Cientos de horas de activismo animal, miles de palabras dichas y tipeadas para mostrar la cruel realidad del cautiverio animal, miles de fotos, miles de folletos, miles de carteles gritando ‘liberación animal’, miles de voces, miles de horas trabajando en redacciones, diseño gráfico, organización y otros desvelos, cien mil firmas electrónicas, 50.000 firmas manuales, un sueño, un proyecto y tres abrazos, es casi el resumen tal vez algo escaso, de lo que le llevó a SinZoo y otras agrupaciones animalistas instalar el debate social, derribar un paradigma y poder seguir soñando este sueño de liberación animal, cada vez con signos más claros y fuertes de estar haciéndose realidad. Con un grito aún contenido en la garganta se seguirá esperando atentos al desarrollo de esta etapa de transformación, en vigilia y lucha hasta que la última jaula quede vacía. Como dicen sus mentores: “Estamos contentos pero seguimos atentos”.
En Argentina quedan en la actualidad gran cantidad de zoo y oceanarios que merecen cambiar su visión de explotación hacia los animales, el mundo entero está entendiendo la necesidad de este cambio de paradigmas. La lucha de agrupaciones animalistas y animalistas independientes recién comienza. Hay mucho trabajo por hacer y un largo camino por recorrer en pos de abrir conciencias y establecer una relación de armonía y respeto con nuestros hermanos animales no humanos.
Hoy con más trabajo que nunca, comenzando una nueva etapa de activismo y control sobre el destino de cada animal aún preso en la ya caduca cárcel de animales de Buenos Aires, el animalismo argentino organizado y unido, ha demostrado que puede lograr grandes hazañas.
“Sigo creyendo que un activista con su cartel y su alma en llamas, puede cambiar el mundo...”. Está ocurriendo...
La autora es activista por los derechos de los animales y parte del Abrazo al Zoo del 13 de diciembre del 2015
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