Más de 1000 trabajadores ferroviarios participaron en la asamblea convocada en el día de ayer en la Seccional Haedo de la Unión Ferroviaria.
La respuesta ante el intento de criminalizar la protesta social fue contundente. No solo por la importante presencia de los trabajadores, sino también porque se acercaron también reconocidos dirigentes sindicales y referentes políticos de la izquierda a brindar su solidaridad, poniéndose a disposición de las medidas que lleven adelante los trabajadores.
Esto ocurre ante el ataque por parte de la operadora Trenes Argentinos, que denunciará a la Seccional Oeste y a Ruben “Pollo” Sobrero, apoyándose en el reaccionario fallo de la Corte Suprema contra el derecho a huelga.
Ni bien inició la asamblea, hicieron uso de la palabra Pablo Michelli, secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos Autónoma; “Beto” Pianelli, secretario general de la Asociación Gremial de los Trabajadores del Subte y Premetro; Pablo Almeida, delegado General de ATE- Ministerio de Economía; representantes de Camioneros que conduce Pablo Moyano; trabajadores de la línea 60 y del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
Hablaron referentes del Frente de Izquierda como Nicolás del Caño, ex candidato a presidente y dirigente nacional del PTS, y el diputado nacional Néstor Pitrola del PO, entre otras fuerzas presentes. También se hicieron presentes trabajadores del ferrocarril Mitre, Urquiza y Roca, entre estos últimos referentes de la Lista Naranja Nacional.
Al finalizar los oradores hizo uso de la palabra Rubén “Pollo” Sobrero, planteando la propuesta de hacer un cuarto intermedio de la asamblea, ya que según informó, se abrió un canal de negociación por el protocolo de seguridad y las sanciones a 70 trabajadores de limpieza. A su vez propuso que si la negociación no rinde sus frutos se convocará automáticamente a una nueva asamblea general para decidir medidas de acción para llevar adelante.
Por último, Sobrero planteó que, en el marco del ataque del Gobierno y la empresa, era importante movilizarse el martes 9 de agosto a Plaza de Mayo a partir de la convocatoria realizada por la izquierda y el sindicalismo combativo contra el ajuste del gobierno.
Nicolás del Caño y Claudio Dellecarbonara -miembro del Sec. Ejecutivo de la AGTSyP, llevó la solidaridad de todo el PTS-, afirmando que “el ataque al “Pollo” Sobrero y a la seccional Haedo es un ataque a todos los trabajadores que quieran defender sus derechos y todos los que se pongan a la cabeza de la lucha contra el ajuste de Macri. Este gobierno quiere avanzar aun más sobre los trabajadores, en una nueva flexibilización laboral, que no haya futuro para la juventud trabajadora (…) el fallo de la Corte Suprema apunta a descabezar todo sector combativo y democrático, que a pesar que la burocracia sindical no mueve un dedo, se organizan y salen a la calle, por eso es importante la movilización del martes 9, no pasarán, la unidad de los trabajadores es el camino que nos queda”.
Sobrero, por su parte, afirmó que “estamos en esta lucha porque la empresa dice que no tienen plata, por eso inauguran una estación y no hacen los vestuarios ni baños para compañeros pero sí molinetes. Esa es la idea de gestión que tienen, nos hablaron que no tenemos nosotros derechos, nos hablaron de leyes, de ética. ¿Qué ética tiene un presidente de una empresa si la primera resolución que saca es aumentarse el sueldo 400%?”.
Además señaló que “dejamos en claro que acá no hay una interna sindical, acá hay un enfrentamiento contra la empresa, una empresa que le costó la pierna a una compañero, el compañero Garay, que costó 67 sancionados , que pone en riesgo todos los días al usuario, y por más que quisieron que los usuarios que no podían viajar ese día tuvieran en contra, no pudieron conseguirlo, porque cuando les dijimos a los usuarios que preferíamos que nos puteen hoy porque no tienen trenes, pero no ser cómplices de una empresa que hace viajar a la gente insegura, la gente lo entendió y por eso nos apoyó”.
En esta primera asamblea se demostró una fuerte respuesta ante el intento de criminalizar la protesta social por parte del Gobierno y la patronal, con el aval de la conducción de la Unión Ferroviaria. |