Foto: Agencia Reuters
El seleccionado argentino apenas empató 1 a 1 ante su par de Honduras y estuvo muy cerca de perder; si no sucedió esa “catástrofe” deportiva fue gracias al arquero Rulli –que atajó un penal en la segunda etapa- y por Mauricio Martínez que alcanzó la igualdad en tiempo de descuento, a los ´93. El marcador lo abrió Anthony Lozano para el equipo hondureño a los 30 minutos del segundo tiempo.
Antes del gol de la selección centroamericana, Ángel Correa desperdició un penal que podía poner a los argentinos en ventaja.
Con este resultado, la celeste y blanca queda eliminada en primera ronda. Los clasificados del Grupo D son Portugal encabezando la serie y Honduras, que con este empate escaló a la segunda posición dejando a Argentina afuera de la competencia.
Fue un muy mal trago para el fútbol nacional el partido finalizado hace un rato: coronó el fracaso de una Selección Sub-23 que se armó con lo que se pudo, en el medio de la crisis institucional más grave de la historia del fútbol (AFA-gate y desgobierno con posterior intervención de FIFA). Resalta todavía más en contraste con las actuaciones de los seleccionados que compitieron en los Juegos Olímpicos anteriores. Pero no se le podía pedir mucho al “Vasco” Olarticoechea, que agarró un “fierro caliente”, se arregló con los jugadores que le cedieron (aunque pudo armar un plantel competitivo con jugadores consagrados como Calleri y Correa) y nunca pudo ensamblar un equipo coordinado.
Se terminó rápido el fútbol en este agosto extraño. Ahora sin Juegos Olímpicos, queda esperar el inicio del también accidentado campeonato local y apenas algunos clubes disfrutarán de competir en Copa Argentina. Pero a nivel selecciones, un Río 2016 para el olvido. Medalla de oro a la inoperancia para la dirigencia del fútbol argentino. |