Los resultados
Con 19 consejeros nacionales, la lista de Arturo Martínez fue proclamada por el Colegio Electoral Nacional (CEN) como ganadora de las elecciones. Pero se cuestiona la legitimidad del proceso, denunciado por la mayoría de las listas como fraudulento. Arturo Martínez, ícono del periodo concertacionista, del diálogo social con empresarios (acuerdos CUT-PC) y una CUT burocratizada de funcionarios sindicales, y del famoso escándalo del almuerzo de las langostas de 600 mil pesos, vuelve al protagonismo en la central.
Hasta la misma Bárbara Figueroa, actual presidenta, cuya lista obtuvo 16 consejeros, llama a realizar nuevamente las elecciones no sólo luego de un silencio que excedió todos los plazos establecidos para dar a conocer los resultados, sino de su misma lista y partido (PC) fue parte de numerosos actos fraudulentos inflando padrones y descontando sindicatos. Es una de las principales acusadas de fraude electoral, que ahora lo intenta utilizar a su favor. Asimismo, durante su gobierno en la CUT ha profundizado el rol de "vocera" de un gobierno al que los trabajadores ya no confían con reformas como la laboral y el mísero salario mínimo, y ha sumido a la Central en una profunda crisis, perdiendo el protagonismo y legitimidad ante el pueblo trabajador.
Los diversos partidos de la Nueva Mayoría estan implicados en las acusaciones de fraude. Todas las listas de la Nueva Mayoría son parte de esta máquina burocrática contra los intereses de sus afiliados. Muchos de sus consejeros electos son dirigentes de sindicatos fantasmas e inflados, que involucran al propio padre de Figueroa, además que omitieron en el padrón a todos los sectores críticos a su conducción en federaciones y confederaciones que dirigen.
La lista encabezada por Nolberto Díaz, que se hace pasar por una supuesta "renovación" obtuvo 8 consejeros y anuncian la impugnación de estas votaciones por las irregularidades en el padrón. La salida que propone es impugnar las votaciones e instaurar el voto universal, medida que en su cargo de vicepresidente no llegó a impulsar nunca salvo en palabras, y ha sido parte del co-gobierno con Bárbara Figueroa durante años. Es parte de uno de los partidos mas conservadores, la DC, y ha sido uno de los responsables de las políticas de colaboración con empresarios que ha tenido la CUT, así como de confianza en los corruptos parlamentarios, agentes de esos mismos empresarios. Junto a Figueroa y Martínez, son parte de una casta burocrática ajena a los intereses de los trabajadores, a la que hay que combatir.
El resto de las listas obtuvieron resultados marginales. En este fraudulento proceso, Andrés Giordano consiguió la consejería nacional con la lista “A recuperar la CUT para los trabajadores”, al igual que la del MIR, con Fabián Caballero. Les saludamos por esto y esperaremos que pongan esas tribunas al servicio de una política independiente de los trabajadores y de la democracia de bases.
Divisiones por arriba abren espacios para que irrumpan los de abajo
La sensación que hay entre los dirigentes de base es que ha triunfado la corrupción de este régimen en la CUT. Sin embargo, sectores críticos han visto la oportunidad para exigir cambios de fondo y forma.
Con diversos ejemplos han podido graficar lo anti-democrática que es la estructura interna, se hizo evidente esta tradición de fraude electoral, además de la política conciliadora de su dirección.
Hay fuego cruzado al interior de la burocracia (en la disputa de cupos y cargos), pero también se abre espacio para que emerja una política de base de los trabajadores: la idea de un Congreso Refundacional de la Central Única de Trabajadores debe estar a la altura de las batallas actuales.
Para el minero y dirigente sindical, Edward Gallardo, de la agrupación Alternativa Obrera y Confederación de Trabajadores del Cobre, el triunfo de Martínez es una victoria que el propio PC preparó con su política de confianza y conciliación con empresarios de gobierno, manifestando que “adulterando padrones, como hizo Manuel Ahumada, Presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre e integrante de la lista de Figueroa a la CUT, que pagó en su gran mayoría sólo las cotizaciones de sindicatos afines al ejecutivo de la CTC, que integran militantes del PC. Su estrategia burocrática para contener la crisis que se ha abierto en la central, ha demostrado que lo único que han conseguido, es allanarle el camino a la vieja Concertación de la política de los consensos y la miseria de lo posible. Debemos impulsar un Congreso Refundacional de la Central Única de Trabajadores para que surja un sindicalismo combativo que levante las banderas de la independencia política de clase respecto a empresarios y gobiernos”.
En ese mismo sentido, Simón Boustquet, Presidente del Sindicato GAM y militante de la misma agrupación de trabajadores de orientación Trostkista, llama a los trabajadores y dirigentes de base a impulsar una fuerte alternativa de base: “que sea la amplia organización de las bases, con delegados por lugar de trabajo, mandatados por sus asambleas, quienes definan qué organización necesitamos y una conducción acorde a los intereses de la clase trabajadora. Debemos refundar desde la base a la CUT”. Para finalizar, Bosuquet agregó que “debemos impulsar un encuentro sindical combativo que articule un plan de lucha para echar abajo el sistema de AFP y para organizarnos para desplazar a la burocracia sindical, que nos ata de manos frente a los empresarios y el Estado, preparando el Paro Nacional y las movilizaciones."
Antonio Paez, del Sindicato Starbucks, llamó a "rechazar este fraude y llamar urgentemente a un gran Congreso Refundacional donde decenas de miles de trabajadores nos organismos para recuperar nuestro organismo para las próximas luchas que se avecinan, como el NO+AFP, por una CUT que sea una herramienta de lucha independiente y no un organismo de conciliación con patrones y sus políticos corruptos". |