Ñoquis: el clásico de cada 29 | JaellMolina - Wikimedia commons
Los ñoquis son una costumbre que en la tradición gastronómica italiana no es tan extendida como en el Río de la Plata. ¿Por qué se comen los 29 de cada mes?
Como tantas otras costumbres y platos los ñoquis llegaron al Río de la Plata con las corrientes migratorias principios del siglo XX, y al igual que el dulce de leche, el asado o la milanesa napolitana, tienen varias leyendas sobre sus orígenes. En esta nota vamos a rescatar una en particular, que casualmente es la historia menos difundida y con más lógica.
Existen varias explicaciones de sus orígenes, pero la tradición es la misma. Todos los 29 se preparan los ñoquis y antes de empezar a comer, se coloca debajo de cada plato alguna moneda o billete en el mejor de los casos. El ritual simboliza el deseo de atraer suerte, trabajo y prosperidad a los comensales y que durante el próximo mes haya abundancia y no falte el dinero.
Una de las versiones es la historia religiosa. Cuenta que unos campesinos compartieron un plato de ñoquis con San Pantaleón y que el santo, antes de irse, les pronosticó una buena cosecha.
Otra historia dice que los inmigrantes italianos se reunían a celebrar el 29 de junio -las fiestas del San Pedro y San Pablo- comiendo ñoquis.
Otra versión es menos difundida pero la más probable de por qué se consumen los ñoquis el día 29 de cada mes. Cuenta con un contenido mucho más social y solidario entre los trabajadores inmigrantes europeos, que fueron forzados a irse de sus tierras producto de la crisis económica y la falta de trabajo que atravesaba el viejo continente, tanto en la ciudad como en el campo.
La mayoría de estos inmigrantes llegaron en grandes oleadas al país desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Pertenecían a sectores empobrecidos del campesinado o eran obreros europeos que viajaban a América buscando empleo; o eran militantes sindicalistas, anarquistas, socialistas y comunistas expulsados de sus países de origen por su militancia.
En Argentina la comunidad italiana fue una de las más numerosas. Entre 1861 y 1920 llegaron más de 2.270.000 italianos. Traía algunas de sus costumbres y sus gustos por las pastas, pero también la ideología en ella arraigada fuertemente: la solidaridad de clase.
Los ñoquis son pastas que tienen como ingredientes principales harina y papa (cultivada desde hace miles de años por los habitantes de la zona de los Andes entre los actuales Perú y Bolivia), dos de los insumos más económicos para poder alimentarse. No es casualidad que los 29 se comiera ñoquis. Los trabajadores, que a esta altura del mes contaban con pocos recursos (ya que el sueldo se cobraba a principios del mes como ocurre actualmente), no tenían dinero más que para comer lo que estuviera hecho con los insumos más baratos que se encontraban en el mercado.
La comunidad italiana era muy unida y un importante sector se organizó tempranamente dentro del incipiente movimiento obrero argentino. Los trabajadores que lograban conseguir un buen ingreso eran quienes ayudaban a los menos afortunados, quienes a fin de mes llegaban con algo de dinero en el bolsillo e invitaban con un plato de ñoquis, elegido por su abundancia y por ser barato, lo que permitía alimentar a varios miembros. A su vez, también surge la tradición de dejar unas monedas debajo del plato, no de manera supersticiosa, sino para que los invitados que recibían el plato de comida también pudieran llegar a fin de mes, expresando de esta manera una de las tradiciones de solidaridad de nuestra clase.
Este artículo fue publicado originalmente en septiembre de 2016