Según han informado los sindicatos, el paro ha tenido un 90% de seguimiento entre los empleados del transporte público en Roma, que estuvo paralizada prácticamente por una huelga de 24 horas: metro, buses, tranvías y trenes no se movieron. En una ciudad donde el tráfico y el ruido de las bocinas suele ser habitual, este viernes todo esto se agravó.
En Nápoles los trenes se paralizaron y un 80% de los trabajadores acataron la huelga. En Turín, el 67% de los empleados del transporte se sumaron. Y en Milán, aunque el seguimiento fue un poco menor, según la prensa local, una manifestación hizo visible la huelga en el centro de la ciudad.
El transporte aéreo también se vio afectado, con la mayoría de los vuelos suspendidos o con importantes atrasos. En los puertos de Italia también se sintió la huelga, con bloqueos y piquetes de los trabajadores.
La huelga también se sintió en otros sectores de empleados públicos, salud y educación. Los estudiantes también se manifestaron.
La jornada de huelga en Italia ha sido convocada este viernes por los sindicatos Usb, Unicobas, Si Cobas, Adl y Cub Trasporto Lazio, entre otros, con un llamamiento al paro "general" contra "las políticas económicas del Gobierno de (Matteo) Renzi dictadas por la Unión Europea".
En un comunicado de los convocantes, se indicaba que el movimiento de huelga pretende además defender el "no" al referéndum sobre la reforma constitucional convocado el próximo 4 de diciembre por el Ejecutivo.
Los sindicatos también quisieron expresar así su oposición a la reforma educativa llevada a cabo por el Partido Demócrata, y al sistema de pensiones regulado por la ley Fornero, aprobada hace años y que se esperaba que Renzi derogara y aún no lo ha hecho. Dicha ley retrasa las jubilaciones. | 
