Ayer se realizó la reunión de delegados del Suteba La Matanza, en el que participaron además de los docentes, trabajadores de la Comisión Interna de Alicorp y vecinos del Barrio “La Palangana”, una de las zonas más dañadas por las últimas inundaciones. La Izquierda Diario entrevistó a Miguel y Favio, vecinos del barrio.
LID: - ¿Dónde queda el Barrio La Palangana?
Miguel: - En ruta 21 y Carlos Casares, en Isidro Casanova, a unas cuadras de la estación Laferrere.
LID: - ¿Cómo afectó al barrio y a los vecinos de la zona las últimas lluvias?
Miguel: - Nos afecto mucho, el agua nos llegó al cuello, más o menos 1,50 metros. Hoy el agua bajo 40 cm., pero estamos esperando que siga bajando. Subiendo como lo hizo el agua de las napas, va tardar una semana en bajar todo el agua si es que no llueve más. Además al no haber cloacas, en todo el barrio hay pozos y el agua sube hasta por los pozos de los baños. Distintos son los pozos de agua que dan al Arroyo Dupuy que habría que esperar que baje el cauce que deriva al Río Matanza. Acá es distinto, porque el agua no va a ningún lado, hay que esperar que la tierra la absorba y eso hace que este todo contaminado.
LID: - ¿Cuáles son los problemas estructurales que tiene el Barrio, por los cuales las lluvias los afectó tanto?
Favio: - Uno de los mayores problemas es que esa zona era un bañado, en las que las napas están tan altas que el agua brota, ya que no hay ningún tipo de construcción, ni sanjeo, ni nada que haga que el agua drene para otros canales y se vaya. Uno de los mayores problemas es el gran supermecado Wallmart del otro lado, que hizo un paredón para separar el super del barrio. Esto ayudó también a que el barrio sea un pozo, “una palangana” y el agua quede estancada sin forma de salir.
Si bien estamos acostumbrados siempre que hay este tipo de lluvias, una constante es volver a empezar, porque estas familias que perdieron todo ahora son los mismos que perdieron todo en abril de 2013. La cuestión sanitaria es otro gran problema que tenemos. Nosotros nos metemos en el agua y tenemos sanguijuelas, víboras, cuando baja el agua queda toda la pudrición, los mosquitos, enfermedades respiratorias, en la piel. Las consecuencias que trae post inundación, en los niños que según los médicos todos tienen las mismas enfermedades como sarpullidos, forúnculos, de bronquios.
LID: - ¿Cómo fue construido el Barrio?
Favio: El barrio tiene 12 años, son tierras tomadas en las que fuimos rellenando y construyendo de a poco por la misma gente ante la necesidad de vivienda. Hemos llamado a agrimensores muchas veces, pero ni el Gobierno nacional ni el provincial nos ayudó. Por más que todos los vecinos hagamos zanjas, o preparemos la tierra para mejorar las condiciones, es en vano, porque ahí lo que se necesita son obras hidráulicas, hechas seriamente. Hemos denunciado, pedido y exigido a todas las autoridades pero la respuesta siempre fue: “ahí la gente sabe donde se metió”.
LID: - ¿Qué ayuda recibieron hasta ahora del Gobierno?
Favio: Lo poco que llegó, fueron viandas al mediodía, que tampoco es para todos porque nos mandaban mil viandas, cuando somos miles los que vivimos en el barrio. Algún que otro bidón de agua que tampoco alcanza, porque imaginate que el agua de pozo contaminada no se puede tomar. No hay ni puestos sanitarios. La bronca que hay es mucha, porque la gente está muy cansada.
LID: - ¿Qué acciones vienen llevando adelante ustedes?
Favio: Nosotros nos organizamos y pusimos puntos de ayuda para que traigan donaciones en Casanova, Capital, a través de las redes sociales pidiendo agua y lavandina, pero sobretodo agua es lo más urgente. Hicimos ollas populares para las familias que no podían salir de sus casas. A la vez que, como exigencia, nos movilizamos, cortamos la Ruta 21 con los vecinos, para que nos restablezca la luz. Hoy tenemos una asamblea para ver entre todos los pasos a seguir. |