Como se vio en el video, uno de los jóvenes la golpeó con un caño de plástico mientras su amigo filmaba la agresión y le propinaba insultos transfóbicos, llamándola en masculino.
Cielo trabaja en un kiosko, y esa noche había salido con sus amigas a bailar a San Telmo. Según le contó a Infobae, los jóvenes que la agredieron empezaron a insultarla. Ellos niegan esto y culpan a Cielo de haberle propinado los insultos.
Como se ve en el video, ella empieza a alejarse hasta la avenida cuando ve que uno de ellos se le acerca con un caño de plástico y empieza a agredirla: “Tenía moretones en la espalda, en el hombro, estuve dos días sin caminar”, declaró. “Por suerte encontraron un caño de plástico y no un fierro, porque si no me podían llegar a matar", dijo.
También comentó que en un momento "bajaron tres personas de un auto y empezaron a pegarle a mi amiga, la pateaban en el piso, en la calle. Yo tuve que meterme y me pegaron también. Después se subieron al auto y se fueron".
¿La policía?
“No fui a la comisaría, te sacan las ganas, no te dan pelota cuando vas. Me fui a casa y me mediqué yo sola", esbozó. Como les pasa a muchas personas trans que son agredidas, Cielo no hizo la denuncia porque la policía ejerce nuevamente discriminación sobre las personas trans, insultándolas, agrediéndolas y hasta abusándolas, como fue el caso de Celeste, en Tucumán, cuyos agresores hoy están sin condena.
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Esta impunidad con la que se manejan no solo la policía, sino quienes agreden a las personas trans, esta amparada por la marginalidad en la que se las ha relegado históricamente, exiliándolas a la zona roja, al duro camino de la prostitución, invisibilizándolas.
Por eso resulta urgente que se implemente a nivel nacional el cupo laboral trans, ya que de esta manera se empezará a romper con los prejuicios y el sentido común de la sociedad.
La violencia hacia las mujeres y hacias las identidades trans aumentan cada día, pero también aumenta la bronca de aquellos que se organizan para arrancar de raíz la violencia patriarcal. El #NiUnaMenos fue expresión de ese gran descontento, pero también de la organización, de que si tocan a una, tocan a todas. |