Se trata del mítico festival cordobés, que ya ha sido puesto en la mira de diferentes polémicas por distintos grupos proteccionistas de animales; ahora el centro del escándalo es el machismo que rodea la premiación hacia las jinetes que participaron de la competencia.
La santafesina Noelia Ponce se quedó, por segundo año consecutivo, con el primer puesto en la competencia y se le otorgaron la suma de 6.500 pesos, una estadía en hotel, y una cocina.
La polémica se desata porque a los jinetes varones los premian con una suma de dinero de más de 40.000 pesos, además reciben accesorios para sus animales y galardones que sólo buscan resaltar su hombría de domadores de caballos.
En tanto a las mujeres se las premia con una cocina, para seguir fomentando el único rol de mujer que quiere imponer el patriarcado: la ama de casa que sirve al marido.
No sólo las mujeres tienen peores pagas que los hombres por igual trabajo, vemos que en expresiones deportivas, como ya vimos algunos casos en los JJOO, la mujeres no son reconocidas al mismo nivel que los varones.
Sin embargo son muchas las que se atreven a combatir, desde todos los ámbitos, la desigualdad y demostrar que pueden romper con el mandato patriarcal. |