Luego de varias reuniones y de dejar a miles de petroleros en la calle, finalmente se firmó la reforma del convenio colectivo de trabajo oficializándose así, la precarización de las condiciones laborales en este sector. Se trata del convenio soñado por las empresas operadoras que aplicará, primeramente en Vaca Muerta. Esto se logró por la traición del líder del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa, Guillermo "Caballo" Pereyra. Las empresas y el gobierno de Macri buscan que los trabajadores sean quienes pongan la espalda al ajuste.
Por su parte, la dirección de la Federación Petrolera, que dirige el diputado nacional Alberto Roberti, tampoco se queda atrás, ya que también ha dejado pasar despidos, en todo el norte del país, que, en menos de un año alcanzaron 600 afiliados de la Federación más, trabajadores tercerizados. Además, cerró paritarias a la baja y no opone resistencia alguna al atropello empresarial. Allí donde los trabajadores buscan una alternativa a las direcciones sindicales actuales, Roberti atenta contra la democracia sindical, como en la refinería de Shell-Dock Sud donde la lista Naranja fue proscripta, negando de esta forma, el derecho elemental que tienen los trabajadores de elegir sus delegados.
En tanto el Sindicato Unido Petroleros e Hidrocarburiferos (SUPeH) que nuclea a gran parte de trabajadores de YPF, también sigue los pasos del conjunto del gremio. No sólo obtiene arreglos paritarios muy a la baja de los índices inflacionarios, sino que también están por debajo de las cifras que logran sus pares de la rama petrolera. Además, a días de la firma del convenio de trabajo flexibizador que se usará en el impulso de Vaca Muerta, aún no se ha expedido sobre el tema.
Ajuste y precarización laboral
Pereyra que además es senador por el Movimiento Popular Neuquino (MPN), ni siquiera se sonroja al firmar este convenio, casi justificando que, tanto las empresas como el gobierno de Macri buscan que los trabajadores sean quienes pongan la espalda al ajuste, y todo esto bajo la mentira de frenar los despidos y generar empleo. Una caradurez absoluta, ya que hubo más de dos mil despidos en la cuenca neuquina. Las empresas, vienen a llevarse las riquezas del país al menor costo posible, y estos dirigentes vendidos del gremio del petróleo, garantizan grandes negocios. En tanto, el Ministro de Energía Juan José Aranguren traslada los aumentos a los precios de los combustibles y genera, también, tarifazos en electricidad y gas que llegan a toda la población. Una clara muestra de que su trabajo es velar por los intereses de las empresas del sector energético.
Este convenio deja abierta las puertas para precarizar, aún más las condiciones laborales del resto de las ramas de la industria hidrocarburífera. La intención del macrismo es trasladar este tipo de reformas a otras industrias porque estos avances sobre las conquistas de los petroleros, incluye un avance sobre las conquistas de seguridad que va en el mismo tono que las modificaciones de la ley de ART. Por eso, consideramos que se trata de un ataque al conjunto de los trabajadores. Su objetivo es claro, barrer las conquistas laborales que nos quedan, tal como lo quieren hacer en la gráfica AGR-Clarín donde sus trabajadores tomaron la planta y pelean contra los despidos. Como sucedió a fines de los 90, donde gran parte de los convenios fueron modificados, perdiendo los convenios marco y dando prioridad a los acuerdo por empresas. Estos ataques también se dan en Neuquén, donde los trabajadores de Halliburton y Schlumberger, se encuentran reclamando los salarios y la reincorporación de los despedidos por luchar.
Asambleas y plan de lucha: por un paro de toda la rama
Los trabajadores, debemos organizarnos para tirar abajo este convenio y pararle la mano a las empresas. Se necesita un paro de toda la rama del petróleo para que no se toque ninguna conquista laboral. Que los petroleros parados vuelvan a sus puestos de trabajo de inmediato. Rechazamos los retiros voluntarios ya que son despidos encubiertos. Es mentira que hay crisis en el sector, ¡que muestren los libros de contabilidad! Todo el mundo sabe que las ganancias de las petroleras son enormes. Hay fuerzas para frenar este ataque, es hora de sacarnos de encima a los dirigentes vendidos a los gobiernos de turno y a las empresas.
La Agrupación Naranja Petrolera Nacional que integramos petroleros de las provincias de Buenos Aires, Neuquén, Mendoza y Salta rechazamos esta reforma laboral. Los sindicatos del petróleo en vez de firmar esta entrega antiobrera, así como las centrales sindicales, deberían convocar a un paro nacional para impedir este enorme ataque que no sólo afecta a los trabajadores petroleros sino también al conjunto, ya que se trata de un caso testigo en el marco de un plan antiobrero de cambios de convenio colectivos y aumento de la productividad, entre otros. Por no mencionar que el pase a planta de todos los petroleros bajo convenio único, un reclamo elemental, se aleja más aún del horizonte. Un paro nacional de toda la industria, sin divisiones por sindicato, pondría en jaque al gobierno y a las empresas y podría hacerlos retroceder de su plan de ajuste.
Llamamos a todos los trabajadores petroleros, desde los yacimientos hasta las refinerías, a organizarse y a exigir asambleas y comisiones de base para discutir cómo enfrentar este ataque y votar un plan de lucha. No puede ser que los Pereyra, los Roberti o los Ávila decidan sobre nuestras vidas y a nuestras espaldas. Esta primera reforma busca abrir el camino para llevar adelante nuevos acuerdos flexibilizadores que avalen los despidos en todos los sectores de la industria. Nuestras vidas, salud y condiciones de trabajo no se negocian. Asambleas ya para decidir democráticamente como enfrentar este ataque, el ajuste y el tarifazo. Ningún despido. Reincorporación ya de todos los trabajadores petroleros despedidos. Abajo la flexibilización laboral y el acuerdo que modifica el convenio. No al nuevo tarifazo de Aranguren. |